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La demora en el pago de facturas de la Xunta pasa de 28 a 39 días

Promotores musicales esperan más de tres meses para cobrar de la Administración

La Xunta reconoció hace unas semanas que este año está tardando más en pagar sus facturas que el pasado, una media de 39 días hasta finales de julio frente a los 28,8 días de 2010. Pero las medias son fruto de casos individuales mejores y peores. Y la proliferación de protestas en las últimas semanas llamando la atención sobre retrasos en el pago de deudas de la Xunta podría indicar que esa media sigue creciendo.

Entre 40 y 45 días es lo que tardaron en cobrar -lo hicieron entre la pasada semana y la anterior- las mariscadoras de Ferrol y Baiona por los trabajos de mantenimiento que realizaron en agosto en zonas contaminadas, por los que la Xunta les abona una compensación. Cobraron tras movilizarse y amenazar con incrementar el volumen de sus protestas.

Los libreros solo han recibido una parte de los 10 millones adeudados
Guarderías de Ferrol cobran tras amenazar con una huelga
La deuda de 2010 con los festivales de cine supera los 100.000 euros
Los promotores de conciertos sufren retrasos de más de 100 días
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También la pasada semana han cobrado, tras amenazar igualmente con una huelga, una docena de guarderías de Ferrol a las que el Gobierno gallego adeudaba cientos de miles de euros desde principios de año.

Y la misma estrategia de protestar para cobrar han empleado los libreros de toda Galicia, que están recibiendo a cuentagotas los pagos por los manuales escolares vendidos desde principios de verano con cargo al sistema de gratuidad para las familias con rentas bajas. Los niños recogieron gratis sus libros en algún caso hace más de 60 días, pero los libreros han recibido solo una parte de los 10 millones de euros que les debe la Xunta, lo que les llevó a denunciar su caso en rueda de prensa. El propio presidente Feijóo llegó a argumentar a principios de mes que alguno de los que protestaban no había remitido sus facturas de julio hasta el 19 de agosto. Esas fechas, en todo caso, suponían ya en el momento en que hablaba el presidente un retraso superior a los 45 días. Tras la protesta, a día de hoy, según la Consellería de Educación, se habrían pagado ya todas las facturas recibidas hasta el 1 de septiembre y el 37,5% de las llegadas después.

Retrasos de más de 100 días, aunque de momento sin protestas públicas, son los que sufren los promotores de conciertos celebrados hace meses dentro del programa Rede Galega de Música ao Vivo. Según detalla un representante de artistas afectado, que prefiere no dar su nombre, desde la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic) se les responde que la Xunta no les ha transferido todavía el dinero para realizar los pagos y que cuando lo haga se abonarán en orden de llegada. Así que tendrá que esperar para cobrar la factura que envió el 1 de julio, 70 días más que la demora media de 39 que reconoce la Xunta.

Y también han dejado de cobrar algunas constructoras que acometen obras públicas, que temen no volver a recibir abonos hasta enero, cuestión que la Consellería de Infraestruturas ni confirma ni desmiente.

Pero no todos los pagos que se le retrasan a la Xunta son facturas. También hay colectivos esperando meses por subvenciones, cuyo abono suele diferirse más en el tiempo. En este caso, vuelven a aparecer las mariscadoras. Las que ya no pueden trabajar por superar los 65 años pero aún no cotizaron lo mínimo para cobrar una pensión reciben ayuda de la Xunta para el pago de esas cotizaciones pendientes. Y también aquí hay retrasos. "Tenemos que adelantar nosotras los pagos a la Seguridad Social, porque la Xunta puede acumular hasta seis meses sin pagar", señala una mariscadora de Nigrán.

Subvenciones son también las que reciben los festivales de cine, cuyos organizadores se quejaban esta misma semana de que el OUFF de Ourense tiene pendientes de cobrar 71.000 euros de la edición del pasado año, el Play-Doc de Tui 20.000 euros, tanto de 2010 como de 2011, y el de Cans 15.000 euros desde mayo.

Y nuevamente con Agadic de por medio, las compañías de teatro agrupadas en Escena Galega llevan dos meses esperando a saber cuándo podrán cobrar las subvenciones resueltas en agosto, lo que hace temer a su presidente, Salvador del Río, que el retraso pueda acarrear cambios en las ayudas. Por si acaso, Escena Galega y la Asociación de Actores e Actrices ya están protestando antes de cada función por la morosidad de la Axencia.

Rapidez con las farmacias

Dejando las complejas subvenciones y volviendo a la media de las facturas, si hay colectivos que superan con creces los 39 días de demora media registrados hasta julio, los 50 fijados como objetivo máximo por el Gobierno gallego para este año o los 60 que establece la ley como norma general, también los hay afortunados que cobran mucho antes.

La factura farmacéutica es un motivo de orgullo para la Xunta. Frente al retraso medio de 45 días del resto de comunidades, con el conflicto de Castilla-La Mancha como paradigma, el Gobierno gallego asegura pagar a las farmacias en 20 días -otra cosa es la farmacia hospitalaria, con más de 120 días de retraso, según los datos facilitados en el Parlamento, pero aun así mejor que la media española-.

A principios de año el propio Núñez Feijóo pidió disculpas a los boticarios por un retraso puntual reconocido en ese ámbito de "12 días" a mayores y contraatacó recordando que ha sido su Ejecutivo el que se ha puesto al día en los pagos a los abogados del turno de oficio, cuyas facturas se le habían atragantado al bipartito.

Pero el Gobierno gallego no podrá felicitarse durante mucho tiempo por sus éxitos y deberá seguir trabajando en la mejora de sus retrasos en el abono de facturas. En 2013, como marca la normativa comunitaria, no podrá tardar más de 30 días en realizar sus pagos, cifra más en la línea de lo que la Xunta tardaba en 2010 que del incremento registrado este 2011. Ese es el nuevo reto para un Ejecutivo autónomo a cuyo presidente le gusta destacar la fiabilidad de la Xunta a la hora de pagar sus deudas.

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