Pioneras en las primeras Cortes
El documental 'Las constituyentes' se estrena en el Sevilla Festival de Cine Europeo
España, 1969. Una joven recién casada comienza a ejercer como abogada pero cuando va a cobrar su primer salario resulta que necesita la autorización de su marido, algo por lo que ella no está dispuesta a pasar. La letrada arma tal revuelo que tienen que depositar la paga en una notaría y, tras seis meses de espera, puede cobrar sin mediadores. Esta situación era completamente normal en los años de la dictadura: la mujer era un cero a la izquierda; la que no era normal es su protagonista, Ana María Ruiz-Tagle (Sevilla, 1944), una de las 27 mujeres que formaron parte de las primeras Cortes democráticas que se constituyeron en 1977.
Todas esas voces, herederas de mujeres que, como Clara Campoamor, lucharon para conseguir el sufragio universal durante la Segunda República, son las protagonistas de Las constituyentes, un documental con guión y dirección de Oliva Acosta que se estrenará el 5 de noviembre dentro del Sevilla Festival de Cine Europeo. La cinta, coproducida por Olivavá Producciones y Canal Sur Televisión, se proyectará dentro de la sección Eurodoc, donde competirá con otros 12 documentales por el Giraldillo de Oro.
Oliva Acosta reúne a 14 de las 27 mujeres que lucharon por la igualdad en 1977
"Ellas protagonizaron el despertar de la conciencia política de la mujer en España, porque la República fue un coitus interruptus, consiguieron mucho pero todo desapareció durante los 40 años de dictadura. No entiendo porqué nadie había hecho un documental como este antes", comenta Oliva Acosta, nacida en Madrid en 1960 pero, ella insiste, "de familia gaditana". Autora de numerosos documentales para TVE, Las constituyentes es su segundo largometraje. El primero, Reyita (2008), lo codirigió con Elena Ortega y es la historia de una cubana, descendiente de esclavos, que en 1930 lucha por conseguir la independencia económica de su marido. La cinta se rodó íntegramente en Cuba. "He enfocado mi militancia feminista a través de mi trabajo", apunta Acosta, periodista que fue responsable de comunicación en la sede de la ONU en Nueva York para asuntos de Igualdad y Desarrollo Social, y que ha optado por el documental como forma de expresión.
En el filme, de 70 minutos de duración, intervienen 14 de las 27 diputadas y senadoras -siete de ellas han fallecido- que hicieron posible la democracia en España. Los testimonios de Asunción Cruanes, de 86 años, diputada del PSOE por Alicante; de Soledad Becerril, 64 años, diputada de UCD por Sevilla, o de Carlota Bustelo, 69 años, diputada del PSOE por Madrid que fue después, en 1983, la primera directora del Instituto de la Mujer, se intercalan con los de Belén Landáburu, 74 años, senadora por designación real, entre otras muchas.
"María Telo, Concha Sierra, Carmen Salinas y yo fuimos las mujeres que planteamos e impulsamos reformas dentro del régimen. De alguna manera, fuimos las pioneras y, además, en un ambiente bastante hostil. Estuvimos trabajando desde 1972 en la Comisión General de Codificación hasta 1977, es decir, hasta la llegada de la democracia. Esa comisión produjo los proyectos de ley necesarios para que se modificara la posición de la mujer y, por lo tanto, la igualdad de la mujer", dice Landáburu en el documental, abogada y la única mujer que formó parte de la ponencia de la Ley para la Reforma Política de 1977.
Junto a los testimonios de las 14 constituyentes, el documental incluye las opiniones de otras nueve mujeres que están actualmente en política como Carmen Alborch, vicepresidenta del Senado (PSOE); Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria; Margarita Uría, vocal del Consejo General del Poder Judicial; Carmen Calvo, presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso (PSOE), o Montserrat Surroca, diputada de Convergencia i Unió. Las políticas en activo y cuatro de las constituyentes (Ruiz Tagle, Bustelo, Nona Inés Vilariño y Amalia Miranzo) participaron en un encuentro en el salón de los Pasos Perdidos del Senado.
"Planteamos esta reunión en el Senado porque el lugar es un símbolo del poder y les pedimos que hablaran sobre la participación política de las mujeres en España. Al principio querían alguien que moderase o contestar a preguntas, pero las convencimos para que la conversación fuera solo entre ellas. Se rodó sin cortes durante dos horas y, después de un rato, se olvidaron de las cámaras", explica Acosta, que hizo posible el reencuentro escoltada por tres cámaras y un equipo de 14 personas.
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