Se atragantan los 9.000 puntos

La Bolsa española coqueteó toda la semana con los 9.000 puntos. Pero ni la jornada alcista del viernes pudo impulsar al Ibex 35 por encima de este nivel psicológico que viene ejerciendo de resistencia técnica durante las últimas semanas. El balance semanal arroja unas pérdidas del 1,36% para el índice selectivo. Esta vez, el sector financiero no fue el único lastre para la renta variable. A los bancos también acompañaron aquellos valores de carácter industrial como Gamesa, Acerinox, ArcelorMittal o Técnicas Reunidas en una muestra más de desconfianza de los inversores a la capacidad de la economía para mantener el ritmo de crecimiento.

El valor del Ibex que más se revalorizó en la semana fue Sacyr Vallehermoso (se apuntó un 2,76%). Los inversores cotizaron al alza el final del pulso en su accionariado, que se saldó con la destitución de su presidente, Luis del Rivero, que será sustituido por su hasta ahora socio y mayor apoyo en el capital, Manuel Manrique. El golpe de Estado en Sacyr abre la vía para que se solucione también el pulso en Repsol, donde la compañía es el principal accionista y se había aliado con Pemex para cambiar al equipo gestor de la petrolera.

La evolución del mercado en el corto plazo dependerá mucho de lo que suceda hoy domingo en la Cumbre Europea. Los líderes europeos tratarán de apagar tres fuegos con una sola manguera. A saber: reestructurar la deuda griega, solventar las posibles carencias de capital de los bancos y ahuyentar presiones futuras sobre la deuda periférica. El viernes, el euro se apreció con fuerza frente al dólar y la prima de riesgo española se relajó bastante, síntomas de que el mercado espera que de la cumbre salga un acuerdo sólido. Pero cuidado con las expectativas, y máxime si dependen de un resultado político. Cualquier decepción supondrá un jarro de agua fría para el precio de los activos, principalmente para aquellos que implican un riesgo mayor como la Bolsa.

España se juega mucho en esta cumbre. Sobre todo se la juega por cómo se valore su deuda pública. Que se haga a precios de mercado o que se aplique cualquier tipo de rebaja.

Además de lo que suceda en la cumbre de Bruselas, la semana estará repleta de indicadores económicos importantes. En EE UU, por ejemplo, se dará a conocer la primera estimación del PIB correspondiente al tercer trimestre del año. Cualquier dato que se sitúe por debajo del 2,5% decepcionará al mercado. Asimismo, en Alemana se informará sobre el índice IFO, que mide la confianza de los empresarios locales. Por lo que se refiere a España, la principal cita de los inversores tendrá lugar el 25 de octubre. Ese día, el Tesoro subastará letras a tres y seis meses. Será interesante saber el apetito de los extranjeros por nuestra deuda.