Vidas de corta y pega

Todo empezó con un sueño: "Ella estaba en una nube vestida con un traje de papel". Ella era Marilyn Monroe. Aquel día, a los 21 años, Ennio Marchetto (Venecia, 1960) se levantó de la cama, cogió una cartulina rosa y dibujó y recortó la silueta de la actriz norteamericana y una peluca con la forma de su pelo. Hoy este veneciano es un icono del transformismo y visita España por primera vez. Desde el 26 de octubre al 6 de noviembre desplegará su universo de personajes recortables en el escenario de la Sala Verde de los teatros del Canal. Desde Mona Lisa hasta Madonna, pasando por Abba, Barbra Streisand, Britney Spears, Lady Gaga o Liza Minnelli, con la que coincidió en una gala y le ayudó a hacer su propio personaje. Desde entonces, la usa para poner fin a todos sus espectáculos. Y, por supuesto, Marilyn.

El espectáculo es un paseo cómico en el que este veneciano hace cantar y actuar a muchos de los grandes iconos artísticos del siglo XX y XXI. Marchetto, moviendo y cambiando con sorprendente habilidad sus vestidos de cartón y papel pegados con velcro, se transforma en segundos y crea un show que él define como un "dibujo animado viviente". Por ejemplo, Marchetto hace posible que la cantante Cher se transforme en el androide C3PO de Star Wars en cuestión de segundos. O que Celine Dion pase a ser la reina Isabel II de Inglaterra a través del cantante Freddie Mercury.

Desde que empezara a customizarse con trajes de papel en los años ochenta, la maleta de Marchetto se ha llenado con más de 350 personajes con los que ha viajado por medio mundo, ha trabajado en 60 países y ha hecho playback en 13 idiomas distintos. "Creo que mi afición a convertirme en otros comenzó en el carnaval de Venecia, donde todo el mundo se convertía en otros personajes. Te inventabas un disfraz de aquello que te gustaría ser, pero en mi caso era un poco diferente porque me hacía varios", dice en un rosario de respuestas enviadas por mail antes de su llegada a Madrid la próxima semana. "Por aquel entonces, los carnavales no eran solo un reclamo turístico como hoy", matiza. "Había espectáculos teatrales en la calle. Recuerdo al gran mimo inglés Linsday Kemp, que me iluminó y me insufló las ganas, fuerza y pasión para el teatro. Él era mucho más poético. Yo soñaba con hacer algo parecido, pero a la vez divertido". La plasticidad, la expresividad y gestualidad de su cara durante las representaciones delatan que hay mucho de las técnicas del mimo en sus actuaciones.

Pero el origen de su particular universo recortable podría remontarse más atrás, porque el mismo Marchetto se recuerda volviendo de la escuela y recortando todas aquellas figuras que se habían quedado sin terminar en clase, casi de modo compulsivo: "Cuando iba a la escuela hacíamos recortables, y volviendo a casa yo continuaba recortando vestidos, pelucas, etcétera...", cuenta.

Aparte de Marilyn, hay otros iconos reconocibles (y reconocidos) en su trayectoria artística. Por ejemplo, los dibujos de Walt Disney: "No me acuerdo exactamente de cuál era mi personaje preferido, pero lo cierto es que me gustaban los malos", dice. "En todo caso, me siguen conmoviendo algunas películas, pero ahora Disney no me gusta demasiado", añade, y reconoce que el universo Pixar le ha cautivado: "En estos momentos de mi vida, una de las películas más importantes para mí es Ratatuille", asegura sin tapujos.

Otra persona clave en su carrera fue la bailarina Pina Bausch. "Pina trabajaba en la Fenice de Venecia. Yo iba a ver sus actuaciones. Pero lo más gracioso fue que la conocí una vez en la calle, por casualidad", cuenta. "Ella me descubrió el poder de estar en el escenario, libre, sin prejuicios, sin ridículo, divirtiéndote contigo mismo, sintiéndote tú".

Después de coincidir en galas y espectáculos de todo el mundo con toda clase de artistas (Prince, Björk, George Michael, las Spice Girls o Brian Adams), dice que el secreto de su éxito radica en que el personaje que vaya a imitar le parezca "lo máximo".

Su primer personaje fue la cantante punk berlinesa Nina Hagen. "Me gustaba porque era loca, mezclaba rock y ópera y sus vestidos eran extravagantes", recuerda. "Aún continúa con sus espectáculos", añade.

Al poco tiempo de empezar con sus espectáculos, en 1988, ganó el Zanzara d'Oro, un conocido concurso anual italiano de nuevos comediantes. Un año después era la gran sorpresa del Festival Fringe de Edimburgo, que aglutina todos los pequeños festivales artísticos (teatro, cabaret, música, cine...) que se celebran en esa ciudad de julio a septiembre.

En su primera visita a España, Ennio Marchetto llega dispuesto a darlo todo en 11 únicas funciones, en las que se podrá ver a todo un camaleón humano sobre el escenario.

Ennio Marchetto. Teatros del Canal (Cea Bermúdez, 1). Del 26 de octubre al 6 de noviembre. 25 euros.