Amores y desamores
El escritor suizo Peter Stamm narra sus historias con exquisita sencillez y máxima claridad. Su estilo es lacónico y raudo, más americano (Hemingway) que alemán (Thomas Mann). Huye de las descripciones prolijas y, con apenas unas palabras, traza atmósferas o paisajes (la blanca vastedad de Noruega, los húmedos prados suizos, la clara luz de Marsella y París, o los umbríos bosques de Baviera), mientras que a sus personajes, los hombres y mujeres tan reales y comunes que vivifican sus novelas o sus libros de relatos, los dota de asombrosas y extrañas dimensiones. De modo que al lector le queda la libertad de imaginar los escenarios para mejor concentrarse en las acciones y los sentimientos de las figuras humanas y sus mutuas relaciones, que cobran una inusitada relevancia en la obra de Stamm. Siete años, cuarta novela del escritor -muy bien traducida al castellano-, transcurre en el Múnich estudiantil de la década de los años noventa del siglo XX y en la actualidad. Los "siete años" del título aluden a la historia bíblica de Jacob, Raquel y Lea; esta última es la mujer a la que el patriarca desposa por equivocación al cabo de siete años de duro trabajo, y a la que desprecia; otros tantos años tendrían que pasar para casarse con Raquel, la preferida.
Siete años
Peter Stamm
Traducción de José Aníbal Campos
Acantilado. Barcelona, 2011
272 páginas. 20 euros
Stamm atrapa al lector con este drama contemporáneo de encuentros y desencuentros, de amores y desamores, sin soltarlo hasta el final. Ha escrito una novela redonda en todos los sentidos: el ambiente muniqués de las clases pudientes, sus prejuicios, el maremagno psicológico de sus personajes o esas vidas cotidianas sin heroísmo ni épica que resultan inquietantes por su realismo. Acaso los protagonistas sean emocionalmente inmaduros -igual que en las anteriores novelas de Stamm, a las que la presente sobrepasa en nervio narrativo-, pero es ahí donde radica su vital actualidad. Siempre inmersos en marañas de sentimientos y emociones, poco cuesta verlos como arquetipos de nuestra opulenta sociedad, pues buscan en sus semejantes una felicidad ideal que no encuentran en sí mismos. En sus vidas tecnificadas y materiales no cabe la trascendencia, y sus relaciones eróticas, abocadas al fracaso y sobredimensionadas, ocupan su tiempo, mientras destruyen sus imprecisos anhelos y los colman de vacío. En suma, Stamm ha creado una obra maestra de hoy, una excelente novela que merece la pena leer.
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