El baloncesto europeo se da un lujo

El Zalgiris Arena, el majestuoso escenario en el que España se proclamó hace un mes campeona de Europa de baloncesto, relampagueó el lunes con el primer partido de una Euroliga que, en plena crisis económica, se ha dado al lujo. "Parecía un conjunto del All-Star", convino el entrenador del Zalgiris, Elias Zouros, ante el imponente equipazo con el que tuvo que lidiar en el estreno adelantado de la competición. El CSKA de Moscú, con Kirilenko, Teodosic, Khryapa, Krstic, Siskauskas y tantas y tantas estrellas, encarna el poderío de varios clubes que han elevado el listón del torneo con fichajes relevantes que han completado plantillas de una calidad sobresaliente. Ganó el CSKA por 74-87. Se confirmó la robustez de un cuadro que persigue el cetro que ganó por última vez en Madrid en 2008. Pero los pretendientes, los que han tirado de la planificación y del talonario, son muchos, más que nunca.

El Olimpia Milán, que ha fichado para su banquillo a Sergio Scariolo, el seleccionador de España, y los clubes turcos, el Efes, el Fenerbahçe y el Galatasaray, están entre los que más han invertido en mejorar sus planteles. Su potencial es impresionante y, sobre el papel, están en condiciones de hablar de tú a tú a los equipos que han dominado en los últimos años, caso de los más recientes campeones, el Panathinaikos, el Barcelona Regal, el propio CSKA y el Maccabi. Una lista a la que pueden agregarse perfectamente el Madrid, que logró meterse en la última final a cuatro después de una prolongadísima ausencia, o el Caja Laboral, asiduo a la misma a pesar de que esa vez no pudo estar en la cita de Barcelona, y que ayer ganó al Fenerbahçe por 66-69.

Al rebufo del cierre patronal de la NBA (ayer se reunían de nuevo los equipos y el sindicato de jugadores), los clubes europeos con más dinero en sus arcas han mejorado sus elencos. Veintidós jugadores de la NBA se reparten entre los 24 equipos de la Euroliga. Es una incógnita hasta cuándo podrán contar con ellos. Lo mismo es para unos meses que pueden empezar ya a hacer las maletas y regresar a Estados Unidos. Entre los que se han decidido a competir de nuevo en Europa hay algunos tan importantes como Kirilenko (CSKA-Utah), Gallinari (Milán-Denver), Batum (Nancy-Portland), Ilyasova (Efes-Milwaukee), Krstic (CSKA-Boston), Seraphin (Caja Laboral-Washington), Sefolosha (Fenerbahçe-Oklahoma) o, por supuesto, Rudy Fernández (Madrid-Dallas).

"Los clubes que han fichado a estos jugadores", dice Jordi Bertomeu, el presidente de la Euroliga, "han asumido el riesgo para lo bueno y para lo malo. Lo bueno es que pueden ayudarles a ganar mientras estén aquí. Lo malo es que será difícil mantener la química del equipo cuando tengan que abandonarlo. Pero me gustaría subrayar que la mayoría se convirtieron en estrellas en Europa y, antes de irse a la NBA, ya jugaron precisamente en los equipos a los que han vuelto. Su disposición a competir de nuevo aquí es un signo de respeto a la calidad de nuestros clubes y al estilo de juego que se practica en Europa".

La competición es larga y feroz. Las dos primeras fases son de supervivencia. Los 24 clubes, cinco de ellos españoles, con el debutante Bizkaia Bilbao además del Barça, el Madrid, el Caja Laboral y el Unicaja, se reparten en cuatro grupos, de los que se clasificarán los tres primeros. Cualquier tropiezo se pagará muy caro en la segunda fase, en la que pasarán la mitad de los 16 clasificados a los cuartos, de los que saldrán los cuatro que disputarán la final four del 11 al 13 de mayo en Estambul.

"Será, como mínimo, fascinante", afirma Xavi Pascual, el entrenador del Barcelona Regal, que valora las dificultades desde el inicio: "Lo difícil es mirar nuestro grupo y saber quién quedará fuera. Es complicado".

Aunque algunos nombres no sean mediáticos, caso del Spirou, el Madrid ya sabe cómo se las gasta este equipo belga, puesto que fue derrotado por él por 69-49 la pasada temporada. "Viene de ganarse una plaza en la Euroliga tras una fase previa en la que se han quedado fuera equipos tan potentes como el Khimki y es muy competitivo. Comenzamos en una cancha complicada. Les tenemos un gran respeto", avisa el técnico del Madrid, Pablo Laso.

La prevención es general entre los españoles. El Bizkaia se estrena ante el Olympiacos y está en el mismo grupo que el Caja Laboral, y el Unicaja debuta en la cancha del campeón, el Panathinaikos dirigido un año más por el rey de los entrenadores, Zeljko Obradovic, con ocho títulos.