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Hacia el fin de la banda terrorista

Entre las corbatas y el protocolo

La indumentaria poco habitual en ellos de algunos dirigentes soberanistas, el carisma de Kofi Annan y la extrema puntualidad destacaron en la cita de Aiete

No fue fácil competir con la corbata del histórico dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria o el impecable traje del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, pero el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, uno de los principales asesores internacionales invitados, brilló con su presencia y carisma en la conferencia de paz celebrada ayer en el Palacio de Aiete, antigua residencia estival de Franco.

Todo estaba dispuesto desde las seis de la mañana. El parque quedó cerrado al público con efectivos de seguridad vigilando las inmediaciones, aunque resultó llamativo el escaso número de agentes de la Ertzaintza con su indumentaria de trabajo. Hubo quien se acercó a la verja principal para intentar como cualquier otro día atravesar el parque o simplemente hacer deporte. Dos corredores lograron cruzar el parque ante la sorpresa de la organización.

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A las 13.00, como estaba previsto, comenzaron a llegar con una cadencia de tres minutos los seis líderes internacionales. Kofi Annan, que llegó la víspera a San Sebastián, fue el primero de las personalidades en acceder al palacio. Las otras cinco personalidades viajaron en el día a la capital guipuzcoana.

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El exprimer ministro irlandés Bertie Ahern, el líder del Sinn Fein Gerry Adams, la exprimera ministra noruega Gro Harlem Bruntland, el exministro de Interior y Defensa de Francia Pierre Joxe, y, el último, Jonathan Powell, el que fuera jefe de gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair, al igual que Kofi Annan, llegaron cada uno en un Audi negro. Lo primero que hicieron fue reunirse en un sala para intercambiar impresiones, tomar un café y a las 14.00 en punto se dio inicio a la sesión de trabajo.

Sin apenas tiempo para degustar el ágape preparado por la organización, las casi 50 personas convocadas a la conferencia se reunieron alrededor de una mesa en forma de U en la sala Gandhi de la Casa de la Paz.

Organizado por Lokarri, la conferencia contó con una empresa especializada en protocolo y un equipo de azafatas. La organización destacó que fue "un trabajo intenso por tratarse de personalidades de tantísimo nivel".

La expectación creada en torno a la conferencia internacional sobre el final del terrorismo se tradujo en la presencia de 70 medios de comunicación, el 15% internacionales y más de 200 periodistas acreditados. La organización habilitó para la prensa espacios en la Casa de Cultura de Aiete y en el jardín.

Si empezó con puntualidad, el final no iba ser diferente. A las 17.00 se abrieron las puertas del palacio y Garitano encabezó la comitiva que se dirigió a los jardines de la Casa de la Paz. A continuación fueron los seis asesores quienes, como broche final a la jornada, leyeron la declaración en la que hacen un llamamiento a ETA para el "cese definitivo de la actividad armada". El texto está redactado en cuatro idiomas: castellano, euskera, francés e inglés. Como anécdota, los textos escritos en castellano y euskera están datados el 17 de octubre de 2012 y el 17 de noviembre de 2012, respectivamente. ¿Será premonitorio del recorrido que aún falta en el proceso de paz?

Tras la solemne lectura de la declaración, los seis líderes internacionales abandonaron San Sebastián. Las estrictas medidas de seguridad no permitieron que trascendiese ni el rumbo que tomaba cada asesor, ni el aeropuerto desde el que partían. Tampoco se permitió a los periodistas cruzar una palabra con ellos.

Hubo quien hizo un paralelismo entre el Palacio de Aiete y el Castillo de Stormont -donde se firmaron los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998 para el final del IRA-. Pero lo más comentado fue la indumentaria de los representantes políticos de izquierda abertzale y Bildu, poco habitual en los independentistas. Garitano no pasó desapercibido vestido de traje gris oscuro, camisa azúl y corbata de rayas. Rufi Etxeberria, también lució corbata -la primera que se ponía esta prensa- camisa azul y chaqueta marrón de antelina.

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