No hay que comulgar con ruedas de molino
Lo de las agencias de calificación ya no tiene nombre, se atreven con todo. ¿Pero dónde estaban en los años anteriores a 2008? Sí señores, ustedes, los que avalaron las arriesgadas operaciones de nuestros bancos y santificaron en España el mercado del ladrillo origen de nuestra ruina, los que taparon con tejemanejes el descubierto de la deuda griega, los que vieron con buenos ojos que entidades financieras y bancos actualmente quebrados despachasen bonus y dividendos, ahora se convierten en árbitros descarados de la política, justificando una bajada de calificación con puyas como "hay una reforma laboral estatal inacabada", eufemismo que ya sabemos lo que significa y que, a buen seguro, recogerán con entusiasmo los que ya se ven gobernando.
Sin entrar en más valoraciones, solo se me ocurre decir una cosa: ¡basta ya de comulgar con ruedas de molino! Ya no hay excusa posible, el 20-N todos a votar.
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