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El Círculo de Economía defiende la austeridad, aunque fijando prioridades

El 'lobby' empresarial reclama una reforma fiscal que acabe con el fraude

Lluís Pellicer

Políticas de austeridad, sí, pero fijando prioridades y, en un contexto de contestación social, haciendo mucha pedagogía. Este es uno de los mensajes de la nota de opinión que ayer presentó el Círculo de Economía ante las elecciones del 20-N. El documento, el primero bajo la presidencia del exministro Josep Piqué, admite que solo con reducciones del gasto público "no superaremos la crisis". Por ello, Piqué abogó por una reforma fiscal, puesto que consideró que hay margen "para cambiar la imposición directa y para subir la indirecta". Las modificaciones tributarias deben servir, añadió, para luchar contra el fraude fiscal.

La junta del Círculo de Economía, el prestigioso lobby que reúne a académicos y empresarios, ha necesitado cuatro meses de reuniones e intercambios de papeles para elaborar el documento, lo cual pone de manifiesto la diversidad de opiniones en el seno del órgano de gobierno de la institución. Ayer, Piqué finalmente lo presentaba. Lo hacía tras un fin de semana de nuevo protagonizado por los indignados, cuyas manifestaciones no solo han crecido, sino que se han convertido en un movimiento global. Ni Piqué ni la nota lo obviaron. El presidente del foro resumió la situación actual como "la crisis económica más profunda de los últimos 80 años", con tasas de paro "insoportables", la desafección de buena parte de la ciudadanía, "malestar social" y problemas de cohesión.

Piqué aboga por medidas para evitar la caída en una nueva recesión

Si en algo coinciden la nota de ayer y las protestas del 15-M es en exigir a la clase política que tome las riendas. El título del documento ya apunta en esa dirección: A tiempo de salir del túnel, la hora de la política. "Con mayúsculas", concluye el texto. A partir de ahí, las opiniones del círculo pueden ir por otros derroteros diferentes de los de los indignados.

La institución defendió las políticas de austeridad como fórmula para que los acreedores recuperen la confianza en España. "Es obvio que no hay alternativa a la consolidación fiscal", zanjó Piqué. Aun así, la nota sugiere cierta crítica, al menos de parte de los miembros de la junta, sobre cómo se han realizado los recortes. "Los procedimientos y el acierto en la fijación de las prioridades pueden ser cuestionables", subraya. "Cuando no lo hacen bien, los políticos creen que el fallo está en la política de comunicación. En estos momentos difíciles, cuando parte de la sociedad cree que está siendo tratada injustamente y sin la equidad suficiente, la tarea pedagógica es clave", añadió Piqué.

La tarea del nuevo Gobierno, prosiguió, debe ser la preservación del Estado de bienestar. Y a su juicio, para hacerlo deberá "revisarlo profundamente". De nuevo, del texto del círculo se desprende una cierta crítica a cómo se han venido tratando hasta ahora los servicios públicos. "La reforma del Estado de bienestar no puede consistir en un recorte lineal de prestaciones ajeno a un orden de prioridades adecuadamente ponderado", dice el texto. Pero el lobby sí avala, en cambio, las medidas para "racionalizar" la demanda y evitar abusos, y la "revisión" de las formas de prestación de los servicios, lo cual matizó que no significa "solo ni fundamentalmente" privatizaciones.

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Pero si Piqué defendió la austeridad, también advirtió de que los recortes suponen entrar en un círculo que conduce a una segunda recesión. Por ello, el foro reclamó que se hagan compatibles los ajustes presupuestarios con las medidas para fomentar el crecimiento y puso énfasis en diseñar un plan de choque que frene la sangría del desempleo juvenil.

La vía que propone el círculo para aumentar la competitividad y evitar la recesión pasa por seguir con las reformas estructurales y aprovechar los activos de España en salud e infraestructuras de forma eficiente, acercando de una vez la Universidad y la empresa. Entre las reformas, Piqué destacó la modernización del sistema fiscal para que favorezca "la competitividad empresarial y la equidad social", y para combatir "decididamente" el fraude fiscal en España.

La nota también critica, y ahí sin ambages, la "actitud reactiva" de los líderes de la UE, que han desaprovechado la crisis para trazar un "proyecto ambicioso" para crear un "verdadero Gobierno económico". La institución apoya propuestas como constituir un fondo para posibles insolvencias, la emisión de eurobonos, crear un fondo de rescate con las dotaciones necesarias y capitalizar el sistema bancario.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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