Los partidos independientes se unen para dar eco a sus reivindicaciones

La presentación de una candidatura conjunta para la ejecutiva de la Asociación de Municipios Vascos, Eudel, fue su primer paso en firme. No lograron representación, pero dejaron muestra de un movimiento que no se detiene. Los cerca de un centenar de partidos independientes que se reparten por las distintas localidades vascas han decidido hacer causa común y unir sus fuerzas para dar mayor eco a sus reivindicaciones. Demandan que la política en Euskadi va más allá de las grandes siglas y reclaman el protagonismo que, en su opinión, les corresponde como "tercera fuerza" en el ámbito local, tras Bildu y PNV.

Euskadi cuenta en la actualidad con 89 agrupaciones municipales independientes, 37 de las cuales ostentan la Alcaldía de sus respectivos Ayuntamientos. Sobre todo, en los municipios más pequeños, donde más relación con la ciudadanía mantienen sus candidatos, aunque también en algunos de población considerable. Los partidos ajenos a las grandes siglas forman parte de la tradición política en localidades como Plentzia, Gorliz o Abadiño, cuyo primer edil, José Luis Navarro, lideró la plancha para Eudel. El icono, sin embargo, es quizá Etxebarri, donde La Voz del Pueblo (LVP) gobierna desde hace dos décadas, en la actualidad con diez de los 13 concejales que integran la Corporación, por sendos de Bildu, PNV y PSE.

La creciente representación de estos partidos solo se ha interrumpido en las pasadas elecciones municipales de mayo debido al regreso de la izquierda abertzale a las urnas. Un retroceso mínimo, no obstante, y que se aleja del sufrido por el resto de las agrupaciones políticas. "Cada vez tenemos mayor protagonismo debido al descontento generalizado de los ciudadanos y es más injusto el vacío al que nos someten las grandes siglas", justifica Pedro Lobato, exalcalde de Etxebarri e impulsor, tras su salida del Ayuntamiento, del entendimiento entre las formaciones independientes del ámbito local.

Desde los comicios, los partidos alternativos han decidido impulsar un foro común enfocado a buscar los puntos de acuerdo y a prestar ayuda, sobre todo, a los nuevos alcaldes que acceden al cargo y no cuentan con el asesoramiento de las grandes estructuras políticas. "Los que más tiempo llevamos intentamos resolver las dudas administrativas de los que acaban de llegar y aportarles consejos políticos o sobre el funcionamiento municipal", explica Lobato. Desde mayo, y siempre los sábados por la mañana, para no alterar la gestión, se han celebrado cinco reuniones en localidades como Etxebarri, Llodio, Abadiño o Azkoitia, a las que cada vez han asistido más agrupaciones. A la última acudieron cerca de 40.

La ausencia de un programa ideológico común ha facilitado el acercamiento de nuevos partidos vecinales, sobre todo desde Gipuzkoa, donde su perfil es muy heterogéneo.

"No tenemos ambiciones en lo que a política general se refiere y sí muy claras nuestras diferencias, pero entendemos que podemos ayudarnos entre nosotros y defender intereses comunes en algunos organismos supramunicipales", sostiene el exregidor de Etxebarri, para quien las grandes formaciones "dan prioridad en numerosas ocasiones a los intereses de sus propias siglas y a lo que les imponen, frente al de los ciudadanos de las localidades que gobiernan".