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Análisis:ECONOMÍA GLOBAL
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Diseñado en California, montado en China

La débil recuperación económica ha estimulado -una vez más- el debate sobre la capacidad y liderazgo competitivo de Estados Unidos. Los avances de economías emergentes como China, Corea del Sur y Brasil son utilizados como evidencia de este deterioro. No obstante, si bien es cierto que en la última década la brecha tecnológica entre Estados Unidos y otros países se ha acortado, este proceso no es un juego de suma cero. Es decir, si las inversiones en investigación y desarrollo (I+D) en otras partes del mundo permiten a estos países alcanzar un mayor desarrollo tecnológico, aumentan las oportunidades para desarrollar e implementar nuevos conocimientos de las empresas estadounidenses. Hace 25 años, el dinamismo de Japón fue interpretado como un desafío excluyente al desarrollo económico de Estados Unidos. Sin embargo, entre 1985 y 2010 las exportaciones a Japón aumentaron casi tres veces, mientras que a fines de 2010, Japón era el segundo inversor extranjero en Estados Unidos, con más del 10% del total.

La incertidumbre política y fiscal, y los cambios regulatorios amenazan la economía de EE UU

Aun así, diversas métricas indican una desaceleración competitiva importante que, en caso de no revertirse, puede significar una fuerte limitante para seguir incrementando el nivel de vida de los ciudadanos, sobre todo si existe un fuerte efecto sustitución de la inversión en I+D hacia otras regiones. Así, es primordial reforzar aquellos aspectos que permiten mantener una elevada capacidad de innovación, que es el eje rector del crecimiento económico; casi la mitad de las ventas empresariales provienen de productos con menos de tres años de antigüedad.

Entre los principales apremiantes se encuentra la inversión en investigación básica, que funge como soporte para que nuevas tecnologías puedan ser viables en el futuro. Además, la necesidad de sesgar la inversión en favor de las ciencias exactas y la ingeniería, lo cual a su vez depende de fortalecer la educación, las políticas de inmigración y la formación de la fuerza laboral. La actual elevada tasa de desempleo refleja un fuerte desacomodo de habilidades, donde las empresas buscan trabajadores altamente cualificados mientras que la oferta está compuesta por individuos poco cualificados.

El éxito de estas tareas depende, en parte, de las políticas públicas. Actualmente, el recorte al presupuesto estatal se realiza sobre el gasto en educación básica, mientras que a nivel federal peligra la inversión en I+D a las universidades, que actúan como imán para el talento y la inversión, y dan origen a un gran porcentaje de empresas. En algunas especialidades, gran parte de las patentes se originan en centros de enseñanza pública.

Por otra parte, la incertidumbre fiscal y política, y los cambios a la regulación financiera ponen en peligro la flexibilidad de la economía, el desarrollo de los clusters tecnológicos y el capital de riesgo, que han sido pilares para que grandes innovadores y emprendedores de firmas como Apple, Google y Microsoft lleguen a potenciar su conocimiento y capacidad de una manera que hubiera sido difícilmente posible en otros países.

Nathaniel Karp es economista jefe para Estados Unidos de BBVA Research

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