Rubalcaba pide al PSOE que luche hasta el final
El candidato socialista anima a los suyos a que se dirijan a los desencantados
Una breve intervención del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ante el comité federal, con la puerta cerrada, sin focos ni micrófonos, enmarca la preocupación y los retos que él mismo y el PSOE tienen en los próximos 35 días, antes de que los españoles vayan a las urnas. El primero, quitarse de encima el sentimiento de derrota, a pesar de la contumacia de las encuestas.
"Los socialistas somos muy transparentes, tanto para que se conozcan nuestras ideas como para que se note nuestro estado de ánimo...". Por eso, el candidato, antes de que hiciera un discurso en abierto, instó a los miembros del federal -aunque faltó un tercio de sus algo más de doscientos componentes- a que peleen escaño a escaño. "Cada escaño va a ser crucial, primero para que haya muchos diputados socialistas defendiendo nuestro proyecto y nuestras ideas, que son las que más necesita la mayoría de los españoles y, después, porque también será muy importante para el partido".
Aprobado el programa con la ausencia de un tercio del comité federal
Estos mensajes fueron previos a la aprobación del programa electoral con el que el PSOE concurrirá a las elecciones y que Jesús Caldera, coordinador del mismo, explicó ante el comité federal, también sin publicidad. Tan solo tres miembros de ese órgano de dirección tomaron la palabra, cuando lo habitual es que haya más de treinta intervenciones. Francisco Javier Vallina, de Asturias, Cristina Narbona, del equipo del programa electoral, y José Antonio Griñán, presidente de Andalucía, fueron los únicos oradores. Los dos primeros para hablar del programa y Griñán, también, pero para levantar la moral. "A ver esas caritas, esas caritas", aseguran que dijo el presidente andaluz, como comentario a rostros posiblemente poco animados. Pero a juzgar por la ovación intensa que recibió Rubalcaba, al terminar su intervención imprevista y antes de la pública, algo les debió animar. "Hay que explicar nuestro programa en cada rincón, explicar nuestro programa hasta la extenuación, confrontar con el PP nuestro proyecto en todos los lugares donde nos den la oportunidad...", aseguran que dijo.
Después, ya con la puerta abierta, el candidato se dirigió "a los españoles que creen que es lo mismo el PP que el PSOE". "No, no somos lo mismo, no saldremos de la crisis de la misma manera", señaló el candidato. Sin duda, Rubalcaba pensaba en esos cientos de miles de ciudadanos, un 27% según la encuesta de Metroscopia que hoy publica este periódico, que manifiestan sentirse indecisos en su voto, pero que apoyaron al PSOE en las elecciones anteriores. "Este es mi proyecto, mi programa", dijo en referencia al texto que acababan de aprobar por aclamación los miembros del comité federal. Con ese mi el candidato quiere dejar atrás el proyecto que ha compartido con el presidente y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que en esta ocasión no tomó la palabra. "Hemos podido cometer errores", reconoció. No hay duda de que el candidato socialista juega todas las cartas a un único objetivo: convencer de que un Gobierno del PP afrontará la salida de la crisis de una manera diferente a la del PSOE, con recortes en sanidad, educación y políticas sociales, con un sesgo ideológico que les llevará a privatizaciones.
Para tratar de convencer de que así será, pone como pantalla las actuaciones ya en marcha de algunas de las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Con esto no contaba el PSOE ya que pensaba que los ajustes empezarían tras las elecciones. También se ampara en la actuación del PP en estos años de crisis: "No ha ayudado en nada". "Saldremos de la crisis, no digo cuándo, porque no lo sabemos, pero sí cómo, y ese cómo será sin dar un paso atrás en los derechos sociales", se comprometió. Mucha esperanza tiene el candidato en el programa, de ahí su afán en que se les escuche con la promesa de que todo lo que propone es realizable. Y reconoce que propuestas de ahora las rechazaron cuando otros las propusieron. Pero ahora, dice, es su tiempo y él las cumplirá.
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