BlackBerry, las secuelas
Un exempleado de RIM, el fabricante canadiense de la BlackBerry, ha comentado estos días que la empresa no había actualizado su arquitectura de servidores lo suficiente para respaldar el incremento de tráfico de datos. Puede que no sea cierto, pero este lunes la arquitectura de servidores se desmoronó. El fallo de un conmutador que debe repartir el flujo de datos provocó un inmenso atasco y la avería de los servicios de navegación y mensajería instantánea. En tres días la avería se contagió a cuatro continentes.
El jueves, RIM resolvió el problema, pero ahora vendrán las secuelas. Primero se encontrará con la reclamación de las operadoras que tendrán que compensar a sus clientes por el fallo en el servicio. Luego deberá trabajar para que su reputación no se vea excesivamente mermada por este episodio. Y deberá mimar a su clientela para que le siga fiel. Entre los particulares quizás no tenga tantos problemas. Muchos piensan que la tecnología falla un día u otro y hay una especie de añeja resignación. Que se esfuma si, como en el caso de empresas, la avería les cuesta dinero. Ya lo dijo el filósofo. Cada nueva tecnología trae sus accidentes, pero ello no nos hace abandonarla.
A los usuarios de BlackBerry, tres días sin este acompañante puede haberles resultado toda una experiencia. ¿Qué es lo vital y qué lo accesorio? Hay quien incluso manifestaba cierto alivio por estar ese tiempo sin el bombardeo de mensajes y ha tenido que recuperar el teléfono en su empleo más tradicional, el de hablar. Hay, por el contrario, quien ha tenido una sensación de aislamiento y pérdida.
La avería le ha llegado a RIM en un momento difícil. La potente competencia empieza a entrar en su feudo histórico, las empresas; de ahí que RIM se dirija al consumo particular donde ha obtenido un impacto inesperado entre la población juvenil. El gancho es su particular sistema de mensajería instantánea. Pero también ahí han aparecido populares aplicaciones, multiplataforma, que pueden hacerle mucho daño. Le costará mucho trabajo y dinero hacer olvidar este episodio.
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