Inmersión en un oasis atlántico

Somos muchos los madrileños que, en la búsqueda de las esencias rurales y naturales de nuestros paisajes, pasamos de largo sobre los de esta región. Se cree equivocadamente que si uno no se interna en los valles pirenaicos, Las Hurdes o Las Alpujarras no se captan bien dichas esencias. Pero Madrid también gasta de este paisaje, natural o plenamente humanizado.

Durante años, a la sierra del Rincón, situada al este del vértice más septentrional del triángulo que forma la provincia, se la llamó la "sierra pobre". Un error, porque pocos lugares ofrecen una riqueza mayor de historia, cultura, arquitectura, costumbres y patrimonio natural. Esa riqueza explica que en 2005 la Unesco declarara el lugar reserva de la biosfera (15.000 hectáreas), un título que lleva implícito el reconocimiento a sus gentes por lograr un desarrollo rural sostenible y respetuoso con el entorno.

Una particularidad de estas tierras es que son la versión más atlántica del clima y la vegetación madrileños. En ningún otro lugar de nuestra geografía se podrán observar, a la vez y con tanta notoriedad, hayas, robles, arces, acebos, pinos, abedules y pastizales y brezales de montaña. Se podría comenzar a recomendar la visita por el lugar más típico y tópico de la sierra del Rincón, el hayedo de Montejo de la Sierra, pero los otros cuatro pueblos que la forman y sus términos municipales albergan rincones de no menos envergadura paisajística: Prádena del Rincón, Horcajuelo de la Sierra, La Hiruela y la Puebla de la Sierra.

La reserva acaba de estrenar el programa de rutas y paseos por su riqueza patrimonial. Hasta el 18 de diciembre, los sábados (a las 12.00 y a las 16.00), domingos y festivos (a las 12.00), una senda guiada recorre los cinco municipios que la componen. No se saltan ninguna de sus señas de identidad: ni su arquitectura de adobe, piedra y pizarra; ni su raigambre agrícola y ganadera, con huertos, fraguas, sistemas de regadíos, vías pecuarias, molinos harineros y colmenares; ni su amplio elenco botánico; ni su apego a sus fuentes hídricas, en ríos, arroyos, puentes, muelas y norias. Tampoco olvidan su gastronomía suculenta en cualquiera de las villas.

Mañana sábado (11.00), en Prádena del Rincón arranca una senda etnobotánica para conocer los usos curativos, ornamentales y alimenticios de diferentes plantas autóctonas de uso tradicional. El domingo 16 (11.00), el mismo municipio acoge una senda guiada temática centrada en la trashumancia, actividad presente aún en la Cañada Real de las Merinas que transcurre por el municipio. Durante los próximos fines de semana los pueblos de la sierra acogen sendas nocturnas, de iniciación a la fotografía de naturaleza, de identificación de setas y algunas invernales de largo recorrido. También se pueden hacer por libre siguiendo los paneles informativos. La Comunidad de Madrid ofrece rutas guiadas por el hayedo de Montejo, Senda del Río, Senda de La Ladera y Senda del Mirador.

Información y reservas en el teléfono: 91 869 70 58, www.sierradelrincon.org.