¿Dónde está el problema?
¿Dónde está el problema? se pregunta Santiago Carrillo en un excelente artículo publicado en EL PAÍS el 7 de octubre. Quizás por su edad y por la libertad que esta le otorga ante los compromisos que impiden hablar claramente a nuestros políticos de izquierda, se atreve a proponer una medida que cambiaría radicalmente la situación de la economía enferma que venimos soportando: "La transformación del sistema financiero en un servicio público gestionado por los Estados y coordinado mundialmente".
¿Utopía? Sin duda. Pero ya sabemos que pocas cosas influyen más en la marcha de la historia que las utopías. Solo se convierten en peligrosas cuando se las considera realizadas. Y, sin llegar tan lejos, se echan en falta medidas que nos acerquen a esa situación utópica y que serían posibles según muchos economistas, como las tasas a la especulación financiera, la lucha contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales, la creación de una potente banca pública, etcétera. Pero me temo que los miembros del G-20 están más preocupados en ganar sus próximas elecciones que por la salud de la economía mundial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
