Jornaleros sin voto catalán

Josep Antoni Duran i Lleida ha animado esta eterna precampaña electoral con uno de esos demagógicos disparates, impropios de un hombre de su fama de moderado, que solo sirven para dar bazas al contrario. "No hay derecho", ha dicho el portavoz de CiU en el consejo nacional de su coalición este fin de semana. "Nuestro payés no puede recoger la fruta porque no hay dinero, mientras que en otros sitios de España, con lo que hacemos nosotros, reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo". Aplausos y ovaciones del respetable público de CiU, formación que asegura que solo con otro concierto fiscal con el Estado en el que se olvide esa tontada de la cohesión social y territorial se pueden evitar en Cataluña los recortes en sanidad y educación.

Las reacciones en un país tan entregado a la política y al periodismo declarativo no se han hecho esperar. El andaluz Alfonso Guerra ha sacado a pasear su afilada lengua y ha calificado de lamentable que un "señor que vive en el hotel Palace de Madrid considere un derroche 400 euros para un agricultor".

Ayer, el Parlamento andaluz reprobó a Duran y muchos políticos de todos los colores le han pedido que deje de insultar y ofender a Andalucía y Extremadura. Hasta Javier Arenas, el líder andaluz del PP y con opciones de ganar a los socialistas el año próximo, se ha lanzado contra el político catalán, del que cabe pensar que el rampante nacionalismo xenófobo que se abre en su tierra ha terminado por trastornarle. Pero no. Más bien parece que, sencillamente, se ha adaptado a las nuevas directrices de su formación, que quiere disputar la clientela al PP de Alicia Sánchez-Camacho y se atreve a defender ideas propias de la Plataforma per Catalunya del xenófobo Anglada.

Y es que ni los jornaleros del PER, ni Alfonso Guerra, ni los parlamentarios andaluces, ni prácticamente ninguno de los políticos que ahora le critican votan en Cataluña, y allí las encuestas son bien claritas: PxC gana votos y el PP catalán puede obtener el 20-N los mejores resultados de su historia, mientras CiU se estanca y cabe que quede por debajo, nada menos que en tercera posición. Ahora Duran va a por todas, y luego ya habrá tiempo de restañar heridas.