La Fundación Barrié se compromete a duplicar sus fondos en unos meses

Vista la frialdad con que la sociedad gallega ha recibido la absorción del Banco Pastor por parte del Popular, sus responsables -José María Arias Mosquera y Ángel Ron- se esforzaron ayer en no pisar ningún callo. La ecuación, sobre el papel, funciona. La operación duplicará, según el presidente de la entidad gallega, la inversión en obra social que realiza la Fundación Pedro Barrié de la Maza, que cuando se formalice el canje convertirá su 40% del Pastor en un 7,8% del grupo presidido por Ángel Ron. Lo hará en "pocos meses", y a medio plazo la triplicará su presupuesto.

¿Cómo, con los tiempos que corren? "El pay-out [porcentaje de los beneficios que se dedican a dividendos] que el Pastor ofrecía era del 30%, y en el caso del Popular es el 50%", reflexionan desde el banco coruñés. Aunque el peso de la fundación es cinco veces menor en el accionariado del grupo Popular, sus gestores confían en que, lejos de deprimirse, la actividad social se vea impulsada en beneficio "de todos los gallegos". Como referencia, el año 2010. Hace un año la Barrié habría obtenido 11,7 millones de euros en dividendos del Popular, casi un millón más de lo que dedicó a actividades socioculturales. "Son las cuentas de la lechera, la rentabilidad pasada no significa rentabilidad futura", describe sin embargo un analista que pide anonimato.

El Popular estudia crear un banco que aglutine el negocio de la comunidad

Arias confía en que a medio plazo se triplicarán los recursos sociales

La plantilla se enteró de la operación por la prensa

Los sindicatos denuncian falta de información y temen despidos

Lo cierto es que, para conseguirlo, los propios ejecutivos mencionan objetivos muy ambiciosos, como la reducción de costes operativos en un 37% del conjunto del grupo. Mejorar varios puntos la eficiencia generará esas "sinergias", de las que habló ayer Ron, que permitan "multiplicar el valor para Galicia".

Las formas se han cuidado con todo detalle. Además de mantener la marca en la comunidad autónoma, el Popular creará con toda probabilidad un banco filial con sede en A Coruña y presidido por Arias al que segregará el negocio gallego. Tanto el propio como el que acaba de comprar. En cierto modo quiere darse a entender que el banco sigue anclado en los Cantones coruñeses, aunque las decisiones se tomen en esferas más elevadas y con espíritu de grupo.

El Popular sabe lo que es tener bancos filiales. En diciembre de 2008 integró al Banco de Castilla, al Balear, al Banco de Galicia y al Vasconia para mejorar en eficiencia. "La estructura era de una complejidad enorme, cada uno con su consejo de administración... Hay cosas que aparentan ser similares pero son diferentes", señaló Ron, dejando caer que la entidad gallega estará mucho más sujeta a Madrid. En cuanto a los equipos directivos -el Pastor acababa de nombrar directora general a Susana Quintás, por debajo de Arias y Jorge Gost en la escala de poder-, Ron dijo valorar muy bien el capital humano que heredará su grupo, pero no quiso avanzar en qué se concretará.

En la larga rueda de prensa ofrecida en Madrid también salió a relucir, de refilón, la fusión de las cajas. José María Arias aseguró que la suya es una operación "hecha con la cabeza, no con el corazón, pensando que es la economía la que manda, no las fronteras".

La cruz del prometedor proyecto está en la plantilla, muy preocupada por la falta de información. Sobre todo cuando hay el convencimiento general de que habrá recortes de personal. En su primer contacto con los representantes del comité de empresa por videoconferencia, los responsables de recursos humanos del Pastor no concretaron nada sobre qué pasará con los puestos de trabajo. Solo hay promesas de procurar que no haya "medidas traumáticas", o que, de haberlas, sean "las mínimas posibles".

"No se sabe nada, no pueden asegurarnos nada", confirmó ayer Gladis Afonso, representante de la CIG, el sindicato mayoritario en el Pastor. Lo único marcado, por ahora, es que finalice en marzo de 2012 el proceso de la OPA y para 2013, estén ensambladas las dos entidades en una. El presidente del Popular tendrá hoy una reunión en A Coruña con los responsables de todas las unidades de gestión y técnicas del Pastor para informarles del calendario del proceso de integración. Los ajustes de plantilla se harán mediante prejubilaciones y bajas "naturales". Y no será en Galicia donde se acometa la mayor reducción de empleo.

Pero para los sindicatos del Pastor es más que probable que la tijera entre en los servicios centrales de A Coruña, ahora con 700 empleados. Y aún menos se sabe qué pasará con las oficinas duplicadas en 80 municipios, y cuyo cierre dependerá del volumen de negocio de cada sucursal.

Los directivos del banco gallego aseguraron a los sindicalistas que van a "pelear por el mantenimiento de los puestos de trabajo". Pero reconocieron que aunque se buscará el consenso y la negociación, será el Popular el que tenga la última palabra.

A la incertidumbre se une el malestar de los sindicatos por no haber sido informados de la fusión, de la que se enteraron por sorpresa por los medios de comunicación el pasado viernes día 7, festivo local en A Coruña. "La víspera tuvimos una reunión ordinaria de trabajo y no nos dijeron absolutamente nada", lamenta la portavoz de la CIG. Esta ocultación contribuyó a aumentar la preocupación entre los trabajadores del Pastor. "No creemos necesario un recorte de plantilla pero en sus directrices el Banco de España ya dice que sobra personal", recordó el delegado de UGT, Javier Castro. "Es tremendo, no sabemos nada, pero pedimos claridad, transparencia y participación en la toma de decisiones", ahondó la representante de la CIG. Hoy han convocado asambleas informativas en A Coruña.