El tercer sí quiero de Paul McCartney

Paul McCartney se casó ayer de nuevo, el mismo día que John Lennon cumpliría 71 años. La rica heredera neoyorquina Nancy Shevell se ha convertido en la tercera mujer del exbeatle, después de Linda Eastman, que murió de cáncer de pecho en 1998, y Heather Mills, cuyo polémico divorcio en 2008 le costó al cantante una fortuna. McCartney y Shevell llevan cuatro años de noviazgo. Tampoco es la primera boda para ella, que, a sus 51 años, ha estado casada durante 20 con el abogado americano Bruce Blakeman.

El mítico cantante, de 69 años, eligió como escenario para su tercer enlace el registro civil de Marylebone, en el centro de Londres, el mismo lugar donde contrajo matrimonio con su primera esposa en 1969. Su hija mayor, María, también se casó allí hace ahora un año. Esta vez McCartney ha querido llevar con la máxima discreción e intimidad la celebración de su nuevo enlace, al contrario que cuando su segundo matrimonio con Heather Mills, celebrado con una fastuosa ceremonia en un castillo irlandés. Aquella relación duró seis años y acabó con una gran polémica. En esta ocasión la celebración ha sido mucho más modesta.

Al enlace, en un registro civil de Londres, solo fueron 30 personas

El representante de la pareja no quiso confirmar ni desmentir la noticia del enlace, difundida hace días por los tabloides británicos. Pese al misterio, la mañana de ayer, las puertas del registro de Marylebon amanecieron repletas de fans y periodistas que esperaban ver pasar a los novios aun a riesgo de quedarse con las ganas. A primera hora de la tarde la llegada de Ringo Star confirmaba que la espera no había sido en balde. El exbatería del grupo de Liverpool fue uno de los 30 invitados que asistieron a la ceremonia.

A las 15.30 (hora de Londres, una más en la Peníncula) el registro civil abría sus puertas para recibir a McCartney y Shevell, que posaron ante las cámaras y pararon para saludar a los centenares de personas que se agolpaban ante el edificio. El registro no está abierto normalmente los domingos, pero se hizo una excepción para este especial enlace.

La novia, Nancy Shevell, lució un vestido blanco de corte sencillo diseñado por la propia hija del exbeatle, Stella McCartney. Tras la ceremonia, sir Paul y la tercera lady McCartney se desplazaron a la casa del cantante, donde continuaron la celebración con unos 100 amigos, según datos de la BBC. El convite consistió en un banquete vegetariano de tres platos, tal y como informó la cadena de televisión británica.

McCartney no escatimó en la petición de matrimonio: le regaló un solitario vintage de Cartier valorado en casi medio millón de euros. Shevell vivía hasta ahora en Nueva York, donde ejerce como vicepresidenta de la empresa de transportes de su familia. Parece que este matrimonio será el final de su trabajo en el negocio, cuyo valor se calcula en unos 300 millones de euros. Shevell aseguró al diario New York Post que le encantaría seguir viviendo en EE UU, pero que "probablemente" se trasladaría a Londres después de su boda.

La pareja hará una segunda celebración en The Hamptons, Nueva York, donde se enamoraron en 2007, según el diario sensacionalista The Sun.