Las oficinas de Pastor y Popular se solapan en 100 municipios
Los sindicatos temen que la operación desencadene despidos y cierre oficinas
Cuando se formalice la operación que ayer ratificó el consejo de administración del Banco Pastor y éste sea absorbido por el Banco Popular, que se convertirá en la quinta entidad financiera de España, su presidente, Ángel Ron, deberá decidir qué hacer con las 100 oficinas que se solapan en ayuntamientos gallegos. El Pastor desplegó en la tierra que lo vio nacer su mayor red de sucursales, 231 de las 590 están en Galicia, donde tiene una couta de mercado del 12,5% y permanecen 1.800 de los 4.000 empleados que conforman su plantilla. Pese a quintuplicarlo en tamaño, el Popular dispone en esta comunidad de 159 oficinas donde operan 800 trabajadores y copa el 5,9% del negocio.
El mapa de sucursales del futuro banco tras la absorción constatará duplicidades en las siete ciudades, en villas y pueblos medianos hasta sumar 100 ayuntamientos. Reflejará por ejemplo que en A Coruña ciudad, el Pastor tiene 25 y el Popular, 18. Que en Santiago la proporción es de seis del Popular y siete, el Pastor;, en Ourense, 10, el Pastor y seis, el Popular; en Lugo, cinco el Popular y cuatro el Pastor. Cifras parecidas se repiten en Vigo, Pontevedra y Ferrol.
Además de las 65 sucursales que tiene en las siete ciudades, el Popular ha llevado su red a otros 94 municipios, donde también tiene oficinas el Pastor. La coincidencia en la implantación de dos bancos que hasta ayer eran rivales motiva que las federaciones de banca de los sindicatos tengan el susto en el cuerpo desde el mediodía del viernes, cuando se enteraron a través de los medios de comunicación de la operación que se estaba fraguando.El interés del Banco Popular por incrementar su presencia en Galicia no es nuevo. Antes de que José María Castellano presentase candidatura para liderar el futuro de Novacaixagalicia, el banco que preside el gallego Ángel Ron también se interesó en comprar la caja fusionada, pero la dirección de NCG se negó en redondo, según fuentes cercanas a la operación. Con la absorción del Banco Pastor por 1.300 millones de euros en acciones, el Popular accede al quinto puesto del ranking bancario español y concentra el 18% del mercado en Galicia.
Los trabajadores temen que sea a costa de destruir empleo. Javier Castro, secretario de banca de Ces-UGT Galicia y delegado sindical en el Pastor, asegura que ninguna de los dos bancos se ha puesto en contacto aun con los sindicatos y vaticina que tras la aborción llegarán como siempre el cierre de oficinas y los despidos. "Habrá que ver cómo se traduce la idea de mantener la marca del Pastor en Galicia y si eso no implica una menor presencia del Popular en esta comunidad". "A nosotros nos importa menos la prima por acción, nos interesan las relaciones laborales, nuestro temor está ahí porque coincidimos en todas las ciudades y pueblos". Admite que con el actual panorama económico veían venir un futuro de fusiones.
Desde Málaga, a donde viajó el viernes acompañado por más de 100 cargos del PP gallego, incluidos cinco conselleiros -más de la mitad del Gobierno-, el presidente, Alberto Núñez Feijóo se refirió a la venta del Pastor argumentando que él siempre trabajó para que sucediera lo contrario y Galicia pudiera mantener "una entidad financiera arraigada" en la comunidad. Esa alusión a la integración de Caixa Galicia y Caixanova que él impulsó fue toda la reflexión que le mereció la noticia al presidente.
"Poco que decir" en el PP
Su portavoz parlamentario, Pedro Puy, dijo que el PP gallego "poco tiene que decir" de una operación entre dos entidades mercantiles de ámbito privado. Subrayó que la Fundación Barrié "probablemente pase a ser el segundo accionista de referencia de una entidad financiera muy importante en España y a nivel europeo".
La lectura de la oposición no pudo ser más distinta. El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, apuntó una "fecha negra" en el calendario de Galicia y volvió a responsabilizar a la Xunta. Igual que hizo el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, quien recriminó a Feijóo que "Galicia se cae a pedazos desde que él es su presidente".
