Bueno y económico

Los tiempos demandan cada vez con más fuerza vinos de precios moderados, asequibles al gusto medio, pero perfectamente elaborados. Vinos atractivos al primer trago, reconocibles por su fruta y leve, pero evidente, paso por barrica. Versátiles, amigables, con el encanto del terruño y la juventud de la cepa. Es el principal argumento comercial de bodegas con grandes vinos de viejas viñas y robles caros, a precio elevado.

Así lo han entendido marcas de prestigio, sin que se les cayeran los anillos. Con acierto en el diseño y audacia en la oferta, Lalo Antón, responsable del grupo ArteVino (Izadi, Finca Villacreces, Orben y Vetus), no ha dudado en emprender el camino de respeto al bolsillo del consumidor. Primero con Prunoy ahora con Flor de Vetus, un tinto elaborado con las viñas más jóvenes de las 20 hectáreas de viñedos de ladera que rodean la bodega. Una moderna instalación que incluye pequeños depósitos de acero troncocónicos autovaciantes, con doble pissage, tecnología orientada a la calidad.

La selección de uvas previa a la fermentación y la leve crianza de nueve meses en roble francés hacen el resto: aroma franco, directo, a frutillos negros silvestres maduros (moras, fresas), con el veteado profundo de las especias (canela, vainilla, clavo) y la noble evocación de tostados y torrefactos. Sabroso, la frutosidad fresca y ligeramente ácida domina el paso de boca, que se resuelve con delicadeza. Sin perder su ágil y refrescante rasgo de juventud, que es su mejor atributo.