¿Qué deuda y qué historia?
Estos son los hechos. 1) La financiación autonómica es lesiva para los intereses de los valencianos, sobre eso no hay discusión. 2) Lo fue con el modelo que impulsó Eduardo Zaplana y lo sigue siendo, aunque no tanto, con el aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 3) El PP de la Comunidad Valenciana nunca reclamó deuda histórica alguna durante los ocho años en que gobernó José María Aznar. 4) La primera reivindicación del Consell coincide con la llegada de Zapatero al Gobierno. En 2004, Esteban González Pons la cuantificó en 2.400 millones. 5) En septiembre de 2010 el grupo de expertos que estudiaron el déficit de la financiación autonómica elevaron esa cantidad hasta los 3.400 millones. 6) Por esas mismas fechas Gerardo Camps, vicepresidente y consejero de Hacienda, aseguraba que no era partidaria de denominar la deuda histórica "así, porque no lo es". 7) Hace un mes el presidente de la Generalitat reclamaba al Gobierno 7.000 millones por la tal deuda. 8) El martes de esta misma semana, Alberto Fabra, con los mismos argumentos utilizados hacía 30 días, elevaba la reivindicación hasta los 8.357 millones. 9) Ayer, en el pleno de las Cortes, el presidente añadió 3.000 más por el déficit de infraestructuras hasta llegar a los 11.000. Y 10) Los Gobiernos de Zapatero han invertido en siete años bastante más del doble que los de Aznar en ocho.
Sobre ninguno de estos hechos cabe debate. El único que se enreda con las cifras es el presidente Fabra, que un día reclama 7.000 millones y siete más tarde, 8.300. Pedir le sale gratis. ¿Por qué lo hace? Obviamente porque estamos en campaña electoral, una época en la que todo vale, y porque a alguien o a algo hay que echarle el muerto de los recortes que tiene en marcha y que acentuará tras el 20-N. Y a falta de herencia envenenada recibida, buenas son la deuda y la historia.
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