Nuevas posturas en el porno

El cine porno marca tendencia en la producción audiovisual. Eso sucede desde hace décadas en Estados Unidos, la meca del cine para adultos, y sigue pasando, por lo que hay que estar atento a eventos como el Salón Erótico de Barcelona, que se inauguró ayer, para ver por dónde pueden ir los tiros. Totó García, actor, director y responsable de la página web pornoaburrirse.com (con más de 70.000 usuarios únicos diarios) ha vivido la crisis del porno en primera persona. "Hace un año y medio o dos años, la industria del cine para adultos se basaba en el DVD, y todo se fue al traste, ahora todo está en Internet", revela.

El Salón Erótico, heredero directo de FICEB (el histórico Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona), abrió ayer sus puertas y cosechó ya una buena entrada con más de 2.000 visitantes, según la organización. El Salón es un buen escaparate de la nueva realidad del entretenimiento para adultos, que ya no se basa en la producción de cine porno y erótico, sino en la explotación de los nuevos formatos digitales a través de Internet o webcams. Max Cortés, actor, director y portavoz del salón advierte de que "se vive una nueva edad de oro del porno español". Más de 150 artistas, más de 1.500 espectáculos y más de 50 expositores profesionales están en la Fira de Cornellà hasta el próximo domingo.

Hace 15 años una película costaba 6.000 euros, hoy unos 600

"Hoy se busca menos el 'glamour', y se va más hacia el 'reality', lo real"

Todo está en Internet, ¿pero como? El legendario director Roberto Valtueña, que se autodenomina de la vieja escuela, asegura: "Hoy el producto tiene que ser barato porque se prima la rapidez para poder distribuir con agilidad". Hay webs que ofrecen escenas nuevas cada día. "Se ha pasado de hacer películas de hora y media a hacer escenas de tres minutos", comenta Valtueña.

Además, existe un componente generacional, ya que una nueva camada de productores y webmasters ha revolucionado la distribución. Ayer, en el hotel Campanile la organización ofreció una comida para la familia del porno y las dos generaciones chocaron, debatieron y decidieron que deberían intercambiar impresiones y realizar proyectos conjuntos.

Nadie trabaja igual. La productora de García no lleva prisa, realiza tres o cuatro escenas al mes, aunque bien pensadas y con crítica social: en algunas aparece como personaje el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Cortés asegura: "La libertad para crear y arriesgar que te da Internet no la teníamos antes". El director catalán asegura que ahora existe "un punto gamberro y divertido" del que antes carecía la industria del porno. Para Totó García eso se debe a "la presencia habitual de actores porno como Nacho Vidal y Lucía Lapiedra en los medios de comunicación".

"En Internet se devoran contenido en minutos" por lo que "la calidad se puede resentir", advierte Valtueña, que no quiere "echar sifón al vino", pero lamenta que haya "poca variedad en el porno de hoy". Sin embargo, no todos están de acuerdo, García asegura que las temáticas porno también mutan: "Hoy en día hay menos glamour, hoy es más tipo reality" y abunda en que "ahora lo que se busca de una escena es que sea una historia real con una chica cercana, algo que le pueda pasar a uno".

En la década de 1990 se hacían unas 300 películas para adultos en España y en 2000 poco más de 50 escenas para webs. En la actualidad se producen 50 cintas porno en España cada año y, en cambio, se realizan más de 2.000 escenas para webs X. Eso es una aproximación porque hay varias webs que publican más de una escena al día. Por lo que hace referencia al coste, hace unos 15 años una película para adultos precisaba de un presupuesto que basculaba entre los 6.000 y los 50.000 euros, incluyendo hoteles, casas y coches. Hoy las productoras se bastan con una horquilla que va desde los 600 euros a los 3.000 y casi todo va a los sueldos de los profesionales y artistas.

Otro capítulo de la industria es la fuerza de los negocios de cámaras web. La página actricesdelporno.com asegura recibir 50.000 visitas diarias, cuenta con 1.400 cámaras y ofrece infraestructura tecnológica y cobertura a sus abonados. Así, los actores porno pueden tener otra fuente de ingresos además del cine. Todos ganan.