Cayetana cumple su sueño
La duquesa de Alba se casa hoy en Sevilla con Alfonso Díez - Al enlace no acudirá su hija menor, Eugenia, por un brote de varicela
Cayetana Fitz-James Stuart verá hoy cumplido su sueño. Aunque a última hora ha surgido un imprevisto que viene a mermar su dicha: su hija Eugenia no estará en el enlace por una inoportuna varicela. A la una de la tarde de hoy, la duquesa se casará en Sevilla con Alfonso Díez. Para ella es más que una boda, supone un acto de reafirmación personal. La manera de demostrar a todos que sigue mandando a sus 85 años en la Casa de Alba y que, como jefa de la familia, ha puesto orden entre los suyos para que admitan un matrimonio al que sus seis hijos se opusieron hasta hace dos meses. Todo cambió cuando la duquesa decidió repartir su fortuna personal y firmar unas capitulaciones que dejaban fijados los derechos del novio, un funcionario que se convertirá hoy en duque de Alba. Es el fin, al menos por ahora, de una batalla que ha durado más de tres años, el tiempo que lleva la pareja compartiendo vida.
Las disculpas de la aristócrata ante Jacobo parecen haber hecho efecto
Y es que Cayetana tuvo claro cuando se encontró una tarde en el cine con Alfonso que quería terminar su vida junto a él. No le importa el qué dirán, ni los 24 años de diferencia que hay entre ellos. Cayetana tenía títulos, palacios, tierras y mucho dinero, pero se sentía sola hasta que encontró a Díez. En este tiempo han conseguido hasta el beneplácito del Rey, que la semana pasada recibió a la pareja en el palacio de la Zarzuela para desearles felicidad, borrando la recomendación anterior de que no se casara que le hizo la reina Sofía tiempo atrás.
Pero la victoria final tiene un sabor agridulce para Cayetana de Alba, ya que sus hijos estarán hoy presentes en la íntima ceremonia que se celebrará en la pequeña capilla del palacio de Dueñas, en el centro de la Sevilla histórica, aunque no estén de acuerdo con la decisión de su madre. Eugenia no asistirá por sufrir un brote de varicela, tras haber estado con su madre y el prometido de esta el pasado fin de semana. Fue la primera vez que la menor de los Alba se fotografiaba con la pareja. Pese al comunicado oficial, ayer abundaban los rumores y uno de ellos hablaba de una nueva discrepancia familiar.
Al que no se esperaba era a Jacobo, pero parece que las disculpas ofrecidas por la duquesa han curado en parte las heridas que provocaron sus desafortunadas palabras hacia él y su esposa, Inka Martí. Pese a tachar a su nuera de "mala" y "envidiosa", la aristócrata ha pedido perdón, y parece que ha sido a tiempo.
Será una boda todo menos íntima, ya que aunque solo hay una veintena de invitados, millones de personas seguirán el enlace por televisión y cientos lo harán en directo, apostados ante el palacio, donde ayer la policía adoptaba medidas de seguridad. Hay un grupo de trabajadores del campo que amenazan con sumarse a la fiesta a modo de protesta.
Cayetana se casa porque es católica y cree en el matrimonio, y se opone al aborto y al divorcio. Por eso convertirá a Alfonso Díez en su tercer duque de Alba, hasta que la muerte les separe.
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