La encrucijada de Denis
El canterano del Celta busca una oportunidad en la Premier entre las estrellas del Manchester City
La voz de Denis Suárez suena animada y dicharachera. Al otro lado del teléfono, Manchester, destino de la última gran promesa del fútbol gallego,de la cantera del Celta, un mediapunta de talento, buen pasador, con gol y tino para ejecutar las acciones a balón parado, un rubito que en el físico recuerda a Sergio Canales y perpetúa la saga iniciada por Julen Guerrero. "Tampoco se está tan mal aquí, apenas siento diferencias respecto a Vigo", previene. Con 17 años, el noroeste de Inglaterra no es el mejor destino para disfrutar de la vida, pero Denis quiere ser futbolista y ha tomado la ruta británica, la del Manchester City dirigido por el italiano Roberto Mancini. Así que ahora aprende los rudimentos de los fajadores. "Mi equipo es el reserva, pero entreno cuatro días a la semana con los mayores y tácticamente estoy mejorando muchísimo. Aprendo a trabajar defensivamente, a hacer movimientos para presionar. Mancini se centra mucho en esas cosas".
El Barça se interesó por él, pero en Inglaterra le dieron más facilidades
El club vigués cobró un millón por su traspaso y luego fichó un mediapunta
La otra opción que consideraron Denis y su entorno fue la de integrarse en el rondo eterno del Barcelona. Otro estilo y otras condiciones. "El City me daba más comodidades. Podía traer a mi familia, a mi novia. Ahora vivimos todos juntos en una casa que paga el club, con todas las facilidades", explica.
Al poco de llegar, Denis viajó con el primer equipo a una gira por Estados Unidos, allí disfrutó de minutos entre las estrellas, luego regresó al reserva y apenas jugaba. En el club percibieron que su andar era tristón y le aclararon que tenían en su puesto a un chico a prueba, que si necesitaba algo él o sus padres para estar mejor. "Aquí viven para el jugador. Es como si tú fueras el jefe, yo que soy un joven me cruzo con el presidente y siempre me pregunta si me puede ayudar en algo".
Quizás sí necesite ayuda Denis, inmerso en una encrucijada futbolística, con demasiada competencia para hacerse un hueco en el City, de pronto apremiado por las urgencias de su desmesurada inversión en futbolistas. Mancini no es Wenger y el City no es el Arsenal. Allí triunfó el espejo de toda la prole adolescente que busca fortuna en destinos ingleses durante las últimas temporadas. Pero al final Cesc Fábregas es la excepción. Fran Mérida, Sergio Tejera, Miki Roqué, Francis Durán, Mikel Sanjosé o Antonio Barragán completaron allí su formación, pero acabaron de vuelta sin consolidarse en la Premier. "Son decisiones que toman los jugadores y quienes les llevan, así que no podemos entrar en valoraciones, pero si se quedaran en España podríamos tener más controlada su progresión", apunta Ginés Meléndez, coordinador de las selecciones inferiores y quien llevó a Denis a la sub 17 cuando apenas tenía 16 años. "Tenemos muy buen concepto de él" -detalla-, "se trata de un mediapunta parecido a Isco, el jugador del Málaga. Fue una pena que nos eliminaran en la clasificación porque hubiera sido uno de los mejores en el Mundial".
Meléndez no quiere ser taxativo, pero le preocupa que Denis pueda mantener un ritmo competitivo en Inglaterra. El estatus de los filiales allí no es como en España, se compite en una anodina liga de reservas en la que tienen espacio jóvenes, veteranos que salen de lesiones y anónimos sin pasado ni futuro, "con un nivel intermedio entre Segunda B y Tercera", previene Denis. Este año el Manchester City ha decidido no inscribir equipo en esa competición y sí en un torneo de nuevo cuño, la NextGen Series, que reúne a los equipos juveniles de 16 grandes del continente, el Barcelona como único español. "Juego ahí y he ido convocado a un partido de Copa de la Liga. Ya me han dicho que iré al próximo contra el Wolwerhampton", anticipa Denis, que firmó un contrato de tres años, pero se ha preocupado incluso de indagar la posibilidad de una cesión. "Me dicen que Mancini no la contempla, que está muy satisfecho conmigo y que voy a tener oportunidades". A la espera de ese paso no habla de arrepentimiento, pero sí expresa un pesar, el del niño que vistió una camiseta de alevín y soñó jugar en Primera con ella. "Esperaba que el Celta apostase por mí. Tenía la oferta del City y quería saber si podía contar para el primer equipo, pero me dijeron que esperase, que estaban en el play-off y que luego el entrenador decidiría", recuerda.
Herrera, el técnico, habló con Denis. "Me dijo que Inglaterra era una buena opción, que él había estado allí... Fui al club y pregunte: ¿Y si me quedo aquí? Pero esa opción no la contemplaban". El Celta cerró el pasado mes de mayo un trato con el City por un millón de euros, que puede triplicarse gracias a una serie de variables por rendimiento. Luego a última hora, sobre el cierre del mercado, se apuró para fichar un mediapunta.
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