Heredarás la fama

Nos esperan años de gloria. Digo "nos" no en plural mayestático, que también, a ver si voy a ser menos que Benedicto XVI, sino porque aquí vamos de intelectuales y exquisitos, pero en el fondo nos interesa a todos lo mismo. La vida de los otros, de qué si no trata la prensa del corazón. Te lo digo yo, que trabajo en un sitio superfino y me roban el ¡Hola! a la que me descuido. El euro no sé, pero el ramo tiene futuro. Mientras los mortales tenemos uno y gracias tal como está el patio, los dioses de la fama procrean como conejos. Entre la nueva camada de herederos de los herederos a los tronos europeos y la prole de las celebridades, hay baby-boom en el Olimpo. La guerra de portadas entre los cachorros Jolie-Pitt y los Beckham-Adams promete ser épica.

Harper Seven, la pequeña de la saga, ya se tiene el cielo ganado. A ver quién ha asistido en el bombo materno a la boda de Guillermo de Inglaterra y a la Semana de la Moda de Nueva York en primera fila antes de las ocho semanas de vida. Dicen que no la deja en casa porque la amamanta. Pero para mí que lo que quiere Victoria es presumir del bolso más envidiado de la historia. Cualquier advenediza puede hacerse con un Birkin, lo sabe ella que tiene docenas, pero a ver quién es la guapa que lleva al hombro una criatura concebida con uno de los tíos más buenos del planeta. Vicky no da puntada sin hilo. Ya le ha diseñado a la nena un pelele en exclusiva. Para que se los lleve otro, ya está la madre que la parió recogiendo los beneficios.

No sé lo que cobrarán las niñeras de los Pitt-Jolie. Pero se lo ganan a pulso. Si eso no es ser mártir de la infancia que venga Herodes y lo diga. Solo de ver a esa tribu entran sudores fríos. Qué rubios, qué morenos, qué exóticos, qué monos, qué ricos. Qué horror. La hora del baño en esa mansión debe de ser una batalla que ríete tú de la de Waterloo. Seis críos entre los diez años y el año y medio cada uno con su iPad de sonajero. Menos mal que Angelina es embajadora de la ONU. Qué menos que eso para poner paz en ese gallinero. Las peleas entre hermanos deben de ser de campeonato. Las chicas contra los chicos. Los biológicos contra los adoptados. Los africanos contra los asiáticos contra los caucásicos. Así está ella, en los huesos. Dice que no les pasa ni una, pero para mí que la chulean como a toda hija de vecina. No hay más que ver a Shiloh. La cría se emperra en ir de chico y ahí la tienes, vestida de soldadito de plomo de la mañana a la noche. De Ralph Lauren, eso sí, que para algo es la niña más influyente del globo según Forbes.

La que pide a gritos un hermanito es Suri Cruise-Holmes. Solo con los zapatos que se le van quedando pequeños se podría calzar a todos los refugiados que visita Jolie por el mundo. A la nena le gusta una cámara y un estilismo más que a un tonto una tiza. Pero gracias a su tirón ha reflotado la carrera de papá Tom y a mamá Katie la han cogido de imagen de Max Mara, un respeto para la niña. Por aquí, mientras llegan los bebés Bruni-Sarkozy y Beyoncé-Jay Z, tenemos los posados periódicos de las hijas-nietas de la baronesa. Carmen y Sabina Thyssen-Bornemisza sí que son de otro planeta. Siempre con sus vestiditos blancos en perfecto estado de revista. ¿Es que esas niñas no se manchan?