_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Rania y el rey 'trekkie'

Boris Izaguirre

Rania es una reina creada para las revistas del corazón, primordialmente para '¡Hola!'. Una vez que Carolina se hiciera demasiado mayor para las portadas y que Obregón abandonara sus posados mallorquines, y antes que Letizia le copiara el acondicionador, Rania surgió como esa mujer de portada capaz de llevar algún que otro modelazo de alta costura. Su 'look' es el que suponemos lleva la clienta árabe de la londinense Sloane Avenue cuando regresa a su emirato y se desprende de 'burkas'. Lo verdaderamente interesante de Rania sigue siendo Abdalá II, que es un monarca absoluto de tacto moderado al frente de esa nave 'Enterprise' llamada Jordania, sostenida por Arabia Saudí. Lo de la 'Enterprise' viene perfecto para explicar la calidad de 'trekkie' empedernido de Abdalá. Tan aficionado es a la saga de 'Star Trek' que ha invertido, junto a unos grupos árabes y norteamericanos, 1.500 millones de dólares para construir un parque temático 'trekkie' en el golfo de Aqaba que tendrá, entre otras cosas, "un paseo a bordo de la mítica nave de la serie, con recreación total del espacio exterior".

El rey consiguió el verdadero sueño de su vida al participar en una de las películas 'Star Trek' de los noventa (en la imagen). No tiene frase alguna, pero sus ojos delatan el infinito subidón de estar dentro del filme, quizá a cambio de una generosa contribución a su presupuesto. Es como si formara parte del 'product placement' de la película, que se llevaba mucho en los noventa, donde importantes marcas colocaban más o menos discretamente sus productos dentro de la escenografía. Uno de los aciertos de la saga galáctica es representar a los extraterrestres como seres humanos. Incluso se ha creado una Federación de Planetas Unidos, cuya capital política es París. Recordemos que la Academia de la Flota Interestelar está en California, un eje en el que se maneja la propia Rania, de París a Los Ángeles. Lógicamente, con la construcción del parque temático, de nombre Astrarium del Mar Rojo, Abdalá desea erigir una nueva Petra a la medida de sus aspiraciones, al tiempo que reconoce que ve a Jordania como una 'Enterprise' terrestre. Jordania es un país del tamaño de Castilla-La Mancha, así que no es difícil imaginarse a la presidenta Cospedal participando de las celebraciones a todo trapo de Rania y Abdalá cuando, superada la crisis y la 'primavera árabe', los reyes de Jordania consigan abrir su parque temático. Y en '¡Hola!' y Hollywood, felices.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_