Ignacio Uriarte
Ignacio Uriarte (Krefeld, Alemania, 1972) trabajó durante años en una firma multinacional. En ese trabajo rutinario descubrió que determinados gestos artísticos, propios de la pintura o la escultura, podían encontrarse en el ambiente tedioso y gris de una oficina. Uriarte estudió Bellas Artes en Guadalajara, México. Allí entró en contacto con los artistas posconceptuales de la década de los noventa, como Liam Gillick, Martin Creed o Gabriel Orozco y, a través de ellos, conoció el trabajo de los conceptuales de los años sesenta y setenta. Las formas geométricas básicas y la austeridad del minimalismo están también presentes en su obra. La exposición abarca el conjunto del trabajo del artista. The A4 cycle se acerca a lo escultórico. Sobre una mesa, hojas de papel A4 enrolladas, colocadas en posición vertical, adquieren la forma de cuerpos tridimensionales cilíndricos. La tensión continua entre los cuerpos remite a fenómenos de la naturaleza. En Blocs, la acción reiterada y mecánica de arrancar sistemáticamente las hojas de unos cuadernos da como resultado una superficie con curvas de nivel en relieve, que parece un desolado páramo. El vídeo Archivadores en archivo crea una atmósfera de tedio. Estas obras son una crítica a la alienación en el trabajo. En otras, reflexiona sobre el tiempo. 60 seconds es una circunferencia formada por 60 relojes digitales, en la tradición del artista conceptual Ian Wilson. Los relojes de ínfima calidad transmiten la idea de deterioro. Con el paso del tiempo, todo se corrompe. En la vertiente más pictórica de su trabajo, el monocromo abstracto de bolígrafo sobre papel, Four colour Bic Monochrome, es un intento frustrado de utilizar la escritura como herramienta de comunicación. En los dibujos geométricos de Adler Drawings, realizados con máquina de escribir, tampoco hay ni una palabra legible. En el vídeo The History of the Typewriter recited by Michael Winslow, el célebre actor Michael Winslow imita los diferentes sonidos de más de medio centenar de máquinas de escribir. Lo que quiere transmitir Uriarte es la imposibilidad de comunicarse. Es admirable cómo este artista obtiene unos resultados tan notables trabajando con medios tan precarios.
Ignacio Uriarte
Sala Rekalde. Alameda de Recalde, 30
Bilbao. Hasta el 16 de octubre
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