El Congreso se niega a abrir sus puertas el Día de la Fiesta Nacional
Bono responde a Jáuregui que la Cámara ya se visita el puente de la Constitución
El Congreso de los Diputados ha dado calabazas al Gobierno y no abrirá sus puertas el próximo 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional. El presidente de las Cortes, José Bono, ya ha comunicado al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que el palacio de la Carrera de San Jerónimo no se sumará a la iniciativa para que la celebración del 12-O vaya más allá del tradicional desfile militar y se convierta en una jornada en la que los ciudadanos puedan conocer mejor las principales instituciones políticas y culturales del país.
Fuentes parlamentarias explicaron que Bono, tras consultar con los miembros de la Mesa del Congreso, ha respondido al Gobierno que la Cámara baja ya cuenta con sus propias jornadas de puertas abiertas -el 7 y 8 de diciembre, en pleno puente de la Constitución-, de larga tradición, y que, al encontrarse disueltas las Cortes, no es el momento de adoptar iniciativas innovadoras. Otras fuentes apuntan también al temor de que algún grupo (del tipo 15-M) pudiera intentar convertir la sede de la soberanía popular en escenario de alguna protesta a poco más de mes y medio de las elecciones.
La negativa de Bono supone un desaire para la ministra de Defensa, Carme Chacón, verdadera impulsora de la iniciativa de dar un nuevo formato a la Fiesta Nacional. Aun así, el Gobierno confía en que se celebren jornadas de puertas abiertas, con entrada gratuita, en el Senado, la Biblioteca Nacional, el Instituto Cervantes, la Casa de América, el Ayuntamiento de Madrid, el Cuartel General del Ejército y hasta 19 museos, incluidos el Reina Sofía, el Museo del Prado y el Thyssen. También participarán en el evento el Monasterio de El Escorial, el palacio de la Granja o el Palacio Real, aunque este último solo por la tarde, una vez que concluya la tradicional recepción.
El cierre del edificio del Congreso resultará mucho más patente por la proximidad de la tribuna de autoridades del desfile, que en los últimos años estaba ubicada junto al estadio Santiago Bernabéu y esta vez se instalará en la plaza de Neptuno, a pocos metros de distancia. El desfile -en el que participarán unos 3.000 militares, 150 vehículos y 50 aeronaves- saldrá de Atocha y recorrerá los paseos del Prado y de Recoletos hasta Colón.
La convalecencia del Rey, que aún se recupera de la intervención en un talón de Aquiles a la que se sometió el pasado día 5, plantea algunas incógnitas. Fuentes de La Zarzuela dan por seguro que el Rey presidirá el desfile, pero no está tan clara su intervención en la posterior recepción del Palacio Real. Los medicos desaconsejan que, como es habitual, don Juan Carlos salude personalmente al millar de invitados, lo que le obligaría a permanecer más de una hora de pie. Como alternativa se baraja la posibilidad de que dirija a todos los asistentes unas palabras de saludo, lo que supondría una novedad, pues no está previsto que hable en este acto.
La idea de dar un giro a la Fiesta Nacional surgió el año pasado, después del bochorno producido por los abucheos de parte del público durante la ceremonia de Homenaje a los Caídos. Defensa sostiene que no se pretende coartar la libertad de expresión de nadie, pero se instalarán pantallas de vídeo para que todo el mundo sepa cuál es el desarrollo del acto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.