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El Gobierno anula la venta de Loterías por la mala situación de los mercados

El Ejecutivo aprobó el pasado viernes la salida a Bolsa del 30% de la empresa para lograr 7.000 millones que pensaba destinar a amortizar deuda pública

El Gobierno ha dado marcha atrás al suspender la salida a Bolsa de Loterías y Apuestas del Estado, que aspiraba a ser la mayor oferta pública de venta (OPV) de acciones en la historia de España. La decisión se tomó ayer en vista de que las negativas condiciones del mercado no garantizaban un precio adecuado en la colocación, con la que el Gobierno pretendía obtener 7.000 millones que se destinarían a amortizar deuda pública.

Fuentes del Gobierno aseguran que la decisión se ha tomado en "un ejercicio de responsabilidad" para no malvender la empresa. El Ejecutivo insistía en que mantenía sus planes de salida a Bolsa incluso cuando la situación de los mercados era peor que ahora. De hecho, el Consejo de Ministros aprobó la operación el viernes, cuando las Bolsas cotizaban por debajo del nivel actual, y ha dado marcha atrás solo cinco días después.

El PP se opuso desde el principio y llegó a hablar de malversación
Los precios eran "escandalosamente bajos", dicen fuentes del Gobierno

Sin embargo, las reuniones de los bancos colocadores han hecho que el Gobierno, inexperto en estas cuestiones, se diese un baño de realismo. Los precios que ofrecían para garantizar el éxito de la operación eran "escandalosamente bajos", señalan fuentes del Ejecutivo, en comparación con sus pretensiones.

Economía aspiraba a lograr hasta 7.000 millones por la venta del 30%, pero las valoraciones que, según los bancos asesores, permitían saldar con éxito la operación no se acercaban a esa cuantía. Buena parte de las salidas a Bolsa programadas para este año en toda Europa han sido suspendidas por la baja demanda, como la de Atento por parte de Telefónica, y las que han salido adelante lo han hecho a costa de fuertes rebajas de valoración, antes incluso del agravamiento de la situación de los mercados de este verano.

Al éxito de la operación tampoco contribuía la oposición abierta del Partido Popular, aunque no ha sido el motivo de la anulación, ya que el PP se mostró contrario desde el principio a esa privatización. En los últimos días han arreciado las críticas. El portavoz de Economía popular, Cristóbal Montoro, llegó a acusar al Gobierno de malversación y exigió la retirada de la OPV. Ayer mismo, el secretario de Economía y Empleo del PP, Álvaro Nadal, dijo que en caso de llegar al Gobierno tras las elecciones del 20 de noviembre usarían "todas las herramientas" para impedir las consecuencias de la operación. "Nadie vende su casa por siete años de alquiler", remarcó. Loterías proporcionó algo menos de 3.000 millones a las arcas públicas en 2010. "Ellos sabrán en qué se meten", advirtió Nadal a los inversores.

La OPV de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) venía preparándose desde el año pasado. En diciembre de 2010 se adoptó la decisión de transformar la entidad pública empresarial Loterías y Apuestas del Estado en una sociedad estatal, con el fin de dar entrada al capital privado para mejorar la eficiencia en la gestión y dotarla de una mayor capacidad de respuesta ante el nuevo entorno competitivo que establece la Ley de Regulación del Juego.

Desde entonces se han dado todos los pasos necesarios para llevar a cabo la privatización parcial de la sociedad: la constitución en marzo de SELAE, previa valoración de sus activos, y la autorización de la enajenación de hasta el 30% de la participación del Estado en el capital de la misma en abril.

"En este momento, la situación de los mercados de capitales es muy distinta de la que existía entonces. [...] No se dan las condiciones adecuadas para garantizar unos ingresos que reflejen el valor de la SELAE. La operación podrá retomarse cuando las circunstancias lo recomienden", indica Economía.

El último paso en el proceso se dio el viernes pasado, con la autorización de la OPV por el Consejo de Ministros. La aprobación del folleto de la salida a Bolsa (con un 40% reservado para los grandes inversores) por la Comisión del Mercado de Valores estaba prevista para esta misma semana y Loterías había convocado ayer mismo una rueda de prensa para presentar mañana la operación.

La OPV "se va a hacer seguro", sostenía la empresa hace solo dos semanas ante las insistentes preguntas sobre las perspectivas de la operación ante la situación de los mercados. Loterías aducía que en las visitas a 22 o 23 grandes inversores había percibido una buena acogida, por lo que se había citado con ellos para el road show (ronda para captar inversores), que iba a durar 15 días y comenzaba a partir de la apertura de libros, prevista para el próximo lunes.

Loterías confiaba en que un rendimiento del 8% de la acción, con pago mensual, fuera un atractivo suficiente para atraer a los inversores. Su presidente, Aurelio Martínez, se agarraba al perfil defensivo de su negocio, poco sensible a los vaivenes de la coyuntura. Los ingresos de LAE se han mostrado resistentes durante la crisis. "Tiene riesgo, pero es bajo", respondía Martínez en una entrevista concedida en verano a este diario.

Los 7.000 millones que Economía esperaba captar irían a amortizar deuda pública (y no a reducir déficit, algo que no permite la ley). Incluso, como este martes admitió el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, no descartaba alguna alteración en su calendario de subastas gracias a ese dinero.

Elena Salgado, ministra de Economía, y Aurelio Martínez, presidente de Loterías, en junio pasado.
Elena Salgado, ministra de Economía, y Aurelio Martínez, presidente de Loterías, en junio pasado.GUILLÉN (EFE)

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