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El Banco de España alerta de otro frenazo económico por la desaceleración del consumo

Amanda Mars

A estas alturas de la novela, una de las incógnitas despejadas es que la salida de la crisis no se dará en forma de V (lo que los economistas consideran una caída aguda y recuperación rápida, que no duran más de año y medio), y que la salida en U (una caída más suave pero de hasta tres años) parece cada vez más lejana. Hoy la economía europea, y especialmente la española, camina en el filo de la recaída, es decir, de entrar en el zigzag de una W (varios años de recuperaciones y recaídas).

El Banco de España dio ayer carta de naturaleza a ese riesgo de W, de nuevo retroceso. Los datos del tercer trimestre del año muestran "la atonía de la actividad", tras un segundo trimestre en el que ya se certificó un frenazo en la senda de la recuperación económica, según el último Boletín Económico publicado ayer.

La salida del túnel languidece a medida que la demanda nacional se desacelera de forma "notable". El avance del producto interior bruto (PIB) frenó al 0,2% en el tercer trimestre, frente al ya débil 0,4% anterior. El consumo público, debido a los planes de austeridad de las administraciones, se ha derrumbado y el privado repuntó un magro 0,6% en el segundo trimestre.

El Banco de España desgranó un puñado de datos que no invitan al optimismo respecto al verano: el comercio al por menor agudizó su caída en julio hasta el 5,6% respecto al mismo mes del año anterior y el índice de confianza de la industria manufacturera europea también ha caído. Y la evolución de los afiliados a la Seguridad Social entre julio y agosto, además, bajó un 1,2% respecto a 12 meses antes. Destaca la fenomenal reactivación del turismo -España batió en agosto su récord histórico de entrada de turistas extranjeros- y la mejora del saldo exterior, pero gracias a un descenso de las importaciones más acusado que el aumento de las exportaciones.

La confianza de los consumidores bajó en julio y en agosto. Una relajación en las condiciones de las hipotecas ayudaría a dinamizar la demanda privada, apunta el Banco de España. El órgano lo analiza en su último boletín y, según sus cálculos, una reducción de un punto porcentual de los tipos de interés podría aumentar el consumo de los propietarios de vivienda endeudados en torno al 3%. Y el alargamiento en un año de los plazos de vencimiento de esa hipoteca lo animaría entre un 2% y un 3%.

El Banco de España también defiende la utilidad de la regla de gasto aprobada en la Constitución pero reclama una concreción "clara y estricta" de algunos elementos, como los mecanismos de seguimiento, como en las sanciones y muy especialmente las situaciones de excepción. El órgano presidido por Miguel Fernández Ordóñez calcula el efecto que hubiese tenido el cumplimiento de la regla presupuestaria: el crecimiento del gasto público del periodo 1998-2007 fue en España significativamente superior al que se deriva de la aplicación de la regla (7% en promedio anual, frente al 4,4%, respectivamente). En cambio, en el periodo de crisis habría permitido un crecimiento ligeramente superior al registrado. Además, el superávit en 2007 hubiera sido "muy superior".

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press
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