La plantilla de Astilleros choca con la policía

La práctica totalidad de la plantilla de Astilleros de Sevilla, integrada por un centenar de personas, participó ayer por la mañana en el corte de la carretera que conduce a la esclusa del puerto en protesta por el inminente cierre de la factoría. Durante más de dos horas, grupos de trabajadores bloquearon la calzada con tablones y otros objetos, a los que prendieron fuego mientras lanzaban consignas en favor del mantenimiento de la actividad en la factoría.

Los trabajadores también colocaron en la calzada una barca de salvamento que sacaron del interior de las instalaciones para luego quemarla. Durante la protesta, varias dotaciones de la policía antidisturbios permanecieron en la zona. Los trabajadores lanzaron piedras y objetos con tirachinas. Los agentes respondieron con pelotas de goma y botes de humo.

Tras los enfrentamientos, los trabajadores volvieron a las instalaciones de Astilleros, donde mantienen un encierro indefinido desde hace casi dos semanas, según informaron fuentes de Comisiones Obreras. Los sindicatos de la factoría pidieron a la Subdelegación del Gobierno que haya "menos tensión" ante la "actitud de violencia policial" de los agentes.

Fuentes del comité de empresa indicaron que la movilización "ha durado menos de lo que esperábamos". "Los policías han llegado directamente tirando bolas, sin hablar previamente con los trabajadores", de manera que han ido "acorralando" a los manifestantes hasta llevarlos de nuevo a la factoría. "Han llegado agresivos y no nos han dado posibilidades ni de mediar ni de entablar una conversación con ellos", lamentaron las fuentes, que aseguraron que "varios trabajadores sufrieron heridas leves y contusiones por el efecto de las bolas", aunque ninguna revista gravedad.

La Junta ha comunicado a UGT y CC OO el cierre ante la imposibilidad de encontrar financiación para acometer la carga de trabajo pendiente o un inversor que se hiciera cargo de la factoría. El cierre del astillero de Sevilla, que está en concurso de acreedores desde hace casi un año, supondrá el despido de unos 80 trabajadores fijos y otros 20 de las empresas auxiliares, que desde mayo, cuando concluyó un ERE de suspensión temporal de empleo, se incorporaron a labores de mantenimiento.