El Síndic de Comptes advierte varias irregularidades en Novelda

La Sindicatura de Comptes ha detectado numerosas irregularidades en la contabilidad de Novelda del año 2009 y graves deficiencias en el departamento de Intervención. El Ayuntamiento envió "fuera del plazo legal" a la Sindicatura sus estados contables, que "presentan discrepancias importantes con la liquidación del presupuesto". El alcalde de entonces, Mariano Beltrá, del PSPV, se remitió "a las alegaciones al informe que están haciendo los técnicos municipales". Beltrá descargó sobre el secretario, el interventor y la tesorera toda la responsabilidad. "Son cuestiones más técnicas que políticas", afirmó.

El presupuesto de 2009 fue aprobado con un superávit de 4.295.217 millones "para compensar el remanente de tesorería negativo para gastos generales que se obtuvo en la liquidación de presupuesto de 2007", pero, según el informe, hubo "un exceso en las previsiones de ingresos de 6.465.264 millones", lo que produjo "un efecto negativo en la estabilidad presupuestaria y en el remanente de tesorería". En 2009 figuraban todavía derechos pendientes de cobro de 2005 por más de un millón de euros. Y 2,5 millones como ingresos de canon por la concesión de un aparcamiento subterráneo, del que "no consta que haya documentación justificativa de este proyecto, ni tampoco está entre las inversiones".

La contabilización de tres millones de euros adelantados por la empresa concesionaria de la explotación del suministro de agua como si fuera un ingreso corriente, "cuando se trata de una operación de crédito que ha generado intereses para la entidad", es otra de las irregularidades. El Síndic también asegura que el resultado presupuestario de 2009 y el remanente de tesorería están sobrevalorados en más de 4,5 millones de euros.

Nuevos préstamos

A pesar de que legalmente no podía hacerlo, el Ayuntamiento concertó en 2009 nuevos préstamos para inversiones por importe de 1,6 millones de euros en base al ahorro neto de 2007 y no de 2008, lo que evitó tener que solicitar autorización a la Generalitat.

En ninguno de los dos contratos de obras que se auditaron "figura el precio como criterio para seleccionar a los contratistas". "De hecho, en las dos licitaciones todos los contratistas ofertaron el precio de la licitación". Y concluye que en los pliegos de condiciones se permitió "un grado excesivo de discrecionalidad para valorar las ofertas".