"Conocía a todos los socios de la empresa por su relación con el PNV"
La esposa de Ochandiano declara que Kataia buscaba aprovechar "oportunidades"
El exdirigente del PNV alavés Koldo Ochandiano fue quien dio las instrucciones para crear las empresas del núcleo duro de la supuesta trama corrupta del caso De Miguel, según el último informe policial que obra en la causa. Su esposa, Iratxe Gaztelu, afirmó el pasado martes en su declaración en sede judicial que fue su marido quien le pidió que figurase como admninistradora de Kataia Consulting. "Me dijo que se iba a constituir una empresa para hacer algún trabajo con las oportunidades que surgiera", sostuvo, según la transcripción de su declaración, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
"Mi marido no me dijo qué tipo de trabajos iban a realizar. Desconocía el objeto de la empresá porque él no me lo explicó y yo no se lo pregunté", afirmó Gaztelu, quien junto a las esposas de los también exdirigentes peneuvistas Alfredo de Miguel y Aitor Tellería -Ainhoa Bilbao y Araceli Bajo, respectivamente- fue una de las administradoras iniciales de Katia. Esta firma fue la principal "empresa pantalla", según la instrucción, creada para enmascarar comisiones ilegales vinculadas a distintas administraciones públicas.
"Mi marido me mandó sacar 30.000 euros para dárselos a Txitxo
"Antes de constituirse Kataia conocía a todos los socios por su relación con el PNV", reconoció también la esposa de Ochandiano, quien aseguró que lo único que su esposo le explicó es que iban "a poner 1.000 euros cada matrimonio para constituir la empresa". "Mi marido nunca me dijo que, antes de su constitución, ya tuvieran clientes. Tampoco me explicó nada en relación a los trabajos que tenían. De la empresa no me encargaba de nada ni tomaba ninguna decisión. Desconozco quién era la persona que las tomaba", aseguró. También declaró que era Ochandiano quien habitualmente le llevaba documentos de Kataia. "Firmaba sin saber lo que firmaba", añadió.
A preguntas de la fiscalía, Gaztelu reconoció haber participado en una operación con dinero en efectivo. "Es posible que en octubre de 2005 sacara de la cuenta de Kataia en Ipar Kutxa 30.000 euros. Fue mi marido quien me dijo que lo hiciera porque había que entregárselos a Txitxo [De Miguel], aunque no me explicó el motivo del reintegro ni por qué había que dárselos. No sabía si la empresa había tenido actividad. No comprobé el saldo que quedaba en la cuenta", sostuvo.
La declarante, quien al estar imputada en la causa podía acogerse a su derecho a no responder, añadió que no le llamó la atención que tuviera que sacar tal suma de dinero de una sucursal de dicha caja en Vitoria antes de entregárselo al ex número dos del PNV alavés en otro punto de la ciudad. "Mi marido no me explicó por qué motivo no se podía hacer una transferencia. Y no hice ningún comentario a Txitxo sobre el dinero que le entregaba", sostuvo.
Tras esta respuesta, Gaztelu evitó reconocer otras operaciones incluidas en el citado informe policial. Dijo no recordar si sacó 3.000 euros de la misma cuenta en noviembre de 2005 o si realizó un traspaso de 6.000 en diciembre de ese año, otro de 13.920 en febrero de 2006 y otro de 22.000 unos meses después, entre otras operaciones.
Gaztelu tenía un teléfono móvil pagado por Kataia, siguiendo instrucciones de su esposo. La Ertzaintza encontró numerosa documentación en el domicilio del matrimonio, de la que ella se desvincula, con explicaciones sobre cómo dar "coherencia" la sociedad metiéndole gastos para no levantar sospechas.
Sobre una compra de terrenos en Frúniz, financiada por varias empresas afines a la trama, afirmó desconocer los detalles, aunque ahora sí sabe, tras la investigación judicial, que Enginergy, una firma vinculada a la recalificación de terrenos de Zambrana, también investigada, les concedió un préstamo de 283.000 euros. "No le he preguntado a mi marido por el motivo del préstamo. [...] He preferido no hablar de ello con él", sostuvo.
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