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El poder de una vallisoletana en la corte británica

Un libro desvela que Nick Clegg pactó con su esposa estar en el Gobierno solo una legislatura

No es ningún secreto que los designios de un país se deciden a veces lejos de las sillas del Parlamento. El 10 de Downing Street asiste estos días al revuelo que ha levantado la publicación de una de estas conversaciones entre el viceprimer ministro Nick Clegg y su esposa, la vallisoletana Miriam González Durántez. El poder en la sombra de esta abogada, nacida en Olmedo, ha salido a la luz esta semana en la celebración del congreso de los liberal demócratas, partido que lidera Clegg. La española se ha convertido en protagonista del evento celebrado en Birmingham por la publicación de una biografía de su marido.

Su autor, el periodista Jasper Gerard, sostiene que Miriam González y su marido llegaron al acuerdo de que Clegg dejaría el Gobierno en 2015. Gerard asegura tener esta información del círculo de la pareja. "Hace poco alguien le preguntó a Miriam qué pensaría si su marido fuera reelegido para gobernar en una segunda legislatura, a lo que ella respondió: 'No habrá segunda legislatura, ese es el acuerdo", ha relatado Gerard al Daily Telegraph.

Abogada de prestigio, la prensa la califica como "fuerte" y "luchadora"

Tanto Clegg como González siempre han resaltado en sus entrevistas la importancia de su vida en familia y de pasar tiempo con sus tres hijos Antonio, Alberto y Miguel. A estas alturas de legislatura, Clegg sigue yendo a buscar a sus hijos al colegio tantas veces como González. Los medios británicos se han sentido atraídos desde el primer día por la independencia de Miriam González. "Fuerte" o "luchadora" son adjetivos que la describen diariamente en la prensa y ha sido muy comentada su decisión de mantener su apellido de soltera, González Durántez, en vez de adoptar el de su marido, como es tradición en Reino Unido. De haber pacto, las exigencias conyugales de Miriam González podrían cambiar el curso político de Reino Unido a medio plazo.

De momento, Clegg ha tenido que salir al paso y negar que tenga un acuerdo para participar en el Gobierno solo una legislatura. "Estoy en esto porque creo que es lo que tengo que hacer. Miriam me apoya", afirmó. El líder liberal demócrata, que hace algo más de un año desató la cleggmanía en la campaña para las elecciones de mayo de 2010, está en horas bajas desde que su partido se alió con los conservadores para gobernar. La popularidad de su partido está en los sondeos por debajo de la de los partidos minoritarios, y la publicación de este libro no ha hecho más que fomentar los rumores de que pronto podría haber un cambio en el liderazgo del partido y, como consecuencia, en los equilibrios de la coalición de Downing Street.

Tanto se juega el Gobierno en esta decisión personal que la prensa británica ha estado muy atenta a los movimientos de la vallisoletana durante el congreso de los liberal demócratas, que terminó ayer. Miriam estuvo en Birmingham pese a que desde que su marido llegó al poder ha dejado claro que no es una viceprimera dama al uso. Sus tres hijos y su trabajo como abogada en el bufete internacional DLA Piper tienen prioridad antes que sus compromisos como mujer de un político.

Miriam González Durántez y Nick Clegg, ayer en Birmingham.
Miriam González Durántez y Nick Clegg, ayer en Birmingham.GETTY

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