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El Gobierno se vale de la auditoría al tripartito para justificar más recortes en 2012

Tras un duro recorte presupuestario en 2010 que ha llevado a eliminar cientos de camas de hospital y a suprimir la sexta hora en la escuela pública, la Generalitat tiene ya en mano las tijeras para los presupuestos de 2012, que llevará al Parlament en los próximos meses. A ese escenario conducen tres circunstancias recogidas por la auditoría que el Gobierno catalán encargó a la consultora Deloitte: el aumento inesperado del déficit público del año pasado, el aumento de los intereses de la deuda con las entidades financieras y los pagos que el tripartito aplazó para 2011, que ascienden a 1.208 millones de euros.

El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, asumió ayer el nuevo cálculo de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), que sitúa el déficit de 2010 de la Generalitat en 8.352 millones de euros, el 4,22% del producto interior bruto (PIB) catalán. El aumento se debe a que la IGAE considera que han de llevarse a déficit varias partidas correspondientes a la línea 9 del metro, a aportaciones de la Generalitat al Instituto Catalán de Finanzas y a la incorporación del Centro de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información en el perímetro contable de la Administración catalana.

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Ese nuevo boquete que abre el aumento del déficit, de 800 millones respecto a la previsión de febrero, complica la tarea para acercar las cuentas al equilibrio presupuestario. La auditoría de Deloitte arrojó ayer varios argumentos más. Según el informe, el gasto desplazado -el que se traslada a años posteriores y que debería haber constado en las cuentas de 2010- es de 1.208 millones de euros. "Eso nos crea tensiones a corto plazo", aseguró Mas-Colell. Las dos mayores partidas son las facturas sanitarias y farmacéuticas, que suponen el 70% de esos impagos, y las infraestructuras, que representan el 15%.

Esa losa, en todo caso, es inferior a la que dejaron los Gobiernos de Jordi Pujol. El tripartito necesitó seis años, hasta 2009, para liquidar un gasto desplazado de 2.147 millones de euros. La mayor parte de esa cantidad correspondía a gastos sanitarios, hospitalarios y farmacéuticos.El consejero Andreu Mas-Colell, en todo caso, dijo estar más preocupado por otros dos elementos: los intereses que la Generalitat debe ir abonando por la deuda contraída con las entidades financieras y el dinero que tiene comprometido a largo plazo, sobre todo para pagar infraestructuras. Aun así, Mas-Colell insistió en que la auditoría le provoca "preocupación", pero no sorpresa. "No se desprenden demasiadas novedades", dijo para rebajar expectativas sobre posibles gastos escandalosos.

Los gastos plurianuales comprometidos por la Generalitat ascienden a 54.199,8 millones de euros y se extienden hasta 2107. "A largo plazo, todos muertos", decía el economista John Maynard Keynes. Y es que al consejero no le preocupan tanto esos vencimientos a largo plazo, previsibles y asumibles, como los que comprometen los presupuestos de los próximos años. "Hemos empezado a reorganizar esas plurianualidades para el periodo de entre 2011 y 2015. Si tienen que hacerse [los proyectos], ya se harán cuando se pueda, pero la Generalitat necesita ahora estar libre de algunos compromisos", sostuvo Mas-Colell.

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La mayoría de esos gastos venideros están relacionados con las infraestructuras, que copan el 80% de esos 54.199 millones a causa de los métodos de pago diferido que se han ido adoptando en los últimos años. Entre esas partidas está la de la línea 9 del metro, pero también las aportaciones a la Ley de Barrios y a la red de transporte metropolitano. Además de obra pública, la auditoría detalla numerosos convenios, la mayoría relacionados con centros de salud, universidades, institutos de I+D+i y entidades locales. Hoy todo está en revisión.

Sin embargo, el elemento clave que, según Mas-Colell, impulsará los nuevos recortes de 2012 será el aumento del endeudamiento público, que el consejero reiteradamente califica de "insostenible". La deuda financiera de la Generalitat a diciembre de 2010 era de 31.740 millones de euros, de los que 28.096 correspondían a la Administración de la Generalitat y 3.644 a sus empresas públicas. Solo en 2011 las necesidades de financiación del Ejecutivo catalán son de 10.115 millones de euros.

Sin embargo, el informe de Deloitte destaca la reducción de la duración media de los préstamos. Si en 2005 su periodo de vida era de 9,6 años, en 2010 ya era de 6,2. Esa proporción podría haber seguido disminuyendo este año, puesto que, ante la prohibición del Ministerio de Economía y Hacienda de emitir deuda a largo y medio plazo por incumplir los acuerdos sobre el déficit, la Generalitat opta por pedir prestado a corto plazo. De hecho, Mas-Colell confirmó ayer que prepara una emisión de bonos para inversores particulares en octubre de entre 3.000 y 4.000 millones. Los compradores de deuda del año pasado tendrán la opción de alargar el periodo para recibir el dinero de su cupón.

Mas-Colell cifró en 766 millones de euros el aumento de los intereses de la deuda para el año que viene. Y a su juicio, esa es la cantidad que deberá recortar de otras partidas. "El nivel de gasto del presupuesto del año que viene será prácticamente el mismo que el de este año. El problema es que crecen los intereses y deberá encajar en las cuentas el resto de las partidas", explicó el consejero, quien auguró que en 2012 el pago de la deuda será "entre ocho y nueve veces" mayor que el presupuesto para Cultura.

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