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El PP ha inflado un 56% el número de altos funcionarios del Consell

Los 327 jefes de área y de servicio de Lerma se convierten en 512 en 2010

Los sucesivos gobiernos del PP han inflado de forma sostenida el aparato administrativo al servicio del Consell. Desde 1995, la Generalitat ha asumido tan solo dos nuevas competencias del Estado, Justicia y la gestión de las políticas activas de empleo. Pero los 327 jefes de área y de servicio que empleaba el último Consell socialista de Joan Lerma en 1995 se han convertido en 512 según la relación de puestos de trabajo de la Administración al servicio del Consell de la Generalitat que publicó el Diari Oficial de la Generalitat en agosto de 2010. El número de altos funcionarios ha crecido un 56% en las últimas cuatro legislaturas.

La relación de puestos de trabajo publicada en 1994 especifica, además, las funciones de cada funcionario. Así, el jefe de servicio de Programación y Gestión Económica de la Consejería de Hacienda, por ejemplo, tenía encomendada la elaboración del anteproyecto de presupuestos, el control de la caja, la redacción de los expedientes de contratación y la tramitación de las propuestas de movimientos contables producidos a raíz de la gestión presupuestaria. Una definición de funciones que desaparece en la resolución equivalente del ejercicio 2010.

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Además, los presupuestos de la Generalitat incorporaban cada año un anexo con la relación de puestos de trabajo del aparato administrativo, una información que se mantenía bajo mandato de Eduardo Zaplana, pero que desapareció poco después de la llegada de Francisco Camps al Palau de la Generalitat en 2003.

El aparato administrativo, como todo organismo vivo, crece y tiende a reproducirse. Pero, a diferencia de los seres vivos, los aparatos administrativos, nunca mueren. Salvo bancarrota. Y estamos en esas. José Manuel Vela, consejero de Hacienda y Administración Pública, se ha apresurado a sacar la tijera para intentar reducir un aparato administrativo que amenaza con ahogar al Consell y ha suprimido 119 puestos de jefes de área y de jefes de servicio. No ha despedido a nadie, todos siguen cobrando, apenas pierden algún complemento, unos 250 euros al mes de media.

Una sencilla operación aplicada a los 119 jefes afectados arroja un ahorro total en la nómina de la Generalitat que no llega a medio millón de euros.

Varios afectados coinciden al señalar que era necesario reordenar el aparato administrativo al servicio del Consell, pero consideran que habría sido más eficaz asignar objetivos claros a las áreas o servicios que suprimirlos por las buenas.

El recorte de 119 puestos de dirección sitúa en 393 los jefes de área y jefes de servicio en la actualidad, todavía un 20% por encima de la Administración bajo mandato socialista.

La inmensa mayoría de los jefes de área y jefes de servicio, los colaboradores directos de los directores generales, ocupan sus cargos en virtud del denominado procedimiento de libre designación, a dedo por decisión de sus jefes políticos.

Algunos, de carácter estrictamente técnico, accedieron a su plaza por concurso. Por ejemplo, en la relación de puestos de trabajo de 2010 se puede comprobar que el jefe del Servicio de Ordenamiento y Seguridad Minera ocupa su plaza por concurso. Pero es una excepción.

Después de 16 años de sucesivos gobiernos del PP, la cúpula del aparato administrativo al servicio de la Generalitat está netamente ocupada por funcionarios seleccionados en virtud de criterios políticos, en detrimento del mérito y capacidad que deberían imperar en la gestión de lo público.

Un veterano funcionario califica el procedimiento habitual de selección de los jefes como "de libre resignación", puesto que los colocados a dedo difícilmente serán exigentes con sus valedores. Y apunta casos extremos en que funcionarios de base han accedido a puestos de jefatura por decisión política.

"Después de dos años en el puesto consolidan el salario y aunque vuelvan a sus puestos de trabajo anteriores, mantienen la nómina salvo algún complemento", comenta la misma fuente.

Es el caso, por ejemplo, de Ana Brusola, secretaria autonómica de Administración Pública, que cesó en el cargo hace dos semanas y ha vuelto a su plaza en la Agencia Valenciana de la Energía como mera funcionaria de base, pero con el sueldo íntegro de secretaria autonómica.

La propia Brusola tiene cierta responsabilidad en el crecimiento desmedido del aparato administrativo. Como secretaria autonómica de Industria, bajo mandato de Vicente Rambla, duplicó el número de jefes de servicio que atendían los servicios territoriales de la consejería en las tres provincias. El jefe de servicio de Comercio y Consumo del servicio territorial de Alicante, por ejemplo, se duplicó y aparecieron dos jefes de servicio, uno de Comercio y otro de Consumo. El mismo caso se reproduce en las tres direcciones territoriales. Naturalmente, todos ellos ocupan su cargo en virtud del procedimiento de libre designación. Bajo mandato de Joan Lerma, el puesto único lo asumía un jefe de negociado.

Un organismo vivo, que crece y crece

- El aparato administrativo al servicio del Consell contaba en 1995 con 58 jefes de área y 269 jefes de servicio.

- La relación de puestos de trabajo de 2010 refleja un aumento de jefes del 56 %. El Consell de Francisco Camps contaba con 95 jefes de área y 417 jefes de servicio.

- La inmensa mayoría de los jefes de área y jefes de servicio ocupaban su plaza por el procedimiento de libre designación, a dedo, como refleja la relación de puestos de trabajo.

- Los funcionarios consolidan los complementos después de dos años en un puesto. Y conservan el sueldo aunque sean desplazados a una plaza de inferior categoría.

- Los directores generales no tienen porque ser funcionarios.

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