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Reportaje:

Rescoldos tras la crisis del pepino

El consumo se recupera, pero algunos productos no cubren costes de producción

El sector agrícola inicia la nueva temporada tratando de apagar los rescoldos de la crisis del pepino. Las graves consecuencias económicas de este episodio por el que los vegetales y frutas españoles cayeron en desgracia, sobre todo en los mercados internacionales, hacen que los productores no pierdan de vista factores directamente relacionados, como la recuperación de la confianza del consumidor y de los distribuidores. El temor se extiende a la evolución de los precios de los productos estrella. Este verano la sandía y el melón apenas cubrieron los costes de producción. Ahora sucede con el pepino, que ha pasado de venderse de 80 a 25 céntimos; o con el tomate, que se facturaba a 45 y ahora en rara ocasión supera los cinco céntimos.

El kilo de tomate se pagaba a 45 céntimos y ahora se factura a cinco
Muchos agricultores han optado por plantar pimientos

A partir del día 26 de mayo, jornada en la que Alemania acusó al pepino almeriense de ser la causa del brote de la bacteria E.coli detectado en Hamburgo, el sector comenzó a perder seis millones de euros diarios, según estimaciones de las empresas comercializadoras y exportadoras. Este caudal de pérdidas no se controló hasta finales de junio, momento en el que se dio por cerrada la temporada. El consumo nacional cayó en torno al 25% y durante varias semanas dejó de existir la comercialización con una decena de países europeos.

"La crisis del pepino intentó ser un jaque al sector y ha quedado en tela de juicio la credibilidad y la confianza en nuestros productos. El daño fue atroz", valora Ricardo García, director general de AgrupaEjido, una de las principales comercializadoras de frutas y hortalizas de Almería. Esta empresa comercializa en torno a 176 millones de kilos por temporada. Según AgrupaEjido, invierten dos millones de euros al año -el 2% de su facturación total- en controles de calidad y análisis de productos. "Eso tiene que trasladarse a la opinión pública. Hay que defender la marca Almería, S. A. Demostrar que aquí hacemos las cosas bien", sostiene García.

Sin embargo, pese al crecimiento gradual del número de hectáreas con certificado de calidad, la incorporación de las empresas a la lucha integrada y el buen funcionamiento del sistema de trazabilidad de frutas y verduras, la seguridad de los productos del campo español quedó en entredicho.

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El recelo del mercado y el bajo precio del pepino han disuadido al agricultor y muchos han cambiado su cosecha. La plantación de pimiento se ha incrementado en torno al 30% aunque, según las organizaciones agrarias, todavía hay un 20% de hectáreas sin cultivar.

"Todo ha quedado atrás", analiza con optimismo Fulgencio Torres, presidente de Hortyfruta, la Organización Interprofesional de frutas y hortalizas de Andalucía. Aún así, muestra su preocupación por el bajo consumo y la reducción del precio de los productos, un daño colateral en el que, considera, también tiene mucho que ver "la situación de crisis global".

"La mala situación económica también influye en el consumo y en la lenta recuperación de los mercados" coincide Francisco Vargas, portavoz de Frutas y Hortalizas de la asociación agraria Asaja. Vargas destaca el caso de países como Grecia, gran consumidor de pepino y pimiento amarillo almerienses, y cuya economía se encuentra estos días al borde de la quiebra.

En la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) creen que el sector atraviesa un trance como consecuencia del E.coli y la crisis financiera. Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de esta organización pide que se organice un debate sectorial antes de que sea demasiado tarde.

"La agricultura es el único sector que sobrevive aún a la crisis", argumenta Juan Sola, secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT-Almería.

La crisis del pepino afectó a 12.000 personas en la provincia almeriense con contratos eventuales o fijos-discontinuos. La campaña ha comenzado y en un solo día algunos almacenes han recibido hasta 10.000 peticiones de empleo para plantillas compuestas por 400 personas. En las grandes empresas de manipulado han colgado carteles informando a los demandantes de empleo de que ya tienen el cupo de solicitudes cerrado o pidiéndoles que tramiten sus peticiones de trabajo por Internet. "Están desbordados de oferta", comprueba el secretario de UGT-Almería.

A comienzos de mes, la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, pidió a los agricultores que se agrupen y puedan así beneficiarse de las ayudas que se gestionan a través de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, en la que no están representados todos los pequeños empresarios agrícolas.

El próximo miércoles, día 21, los sindicatos mantendrán una reunión con representantes del Ministerio de Trabajo para alcanzar un acuerdo sobre indemnizaciones a trabajadores afectados. Solicitan que se respete su cotización en los meses en los que se vieron obligados a abandonar su trabajo. De lo contrario, no descartan movilizaciones.

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