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Entrevista:LEO BASSI | Bufón, cómico y activista

"Para mí es muy serio no ser serio"

Pregunta. Me dijeron que para entrevistarle era mejor venir con casco.

Respuesta. Es que tengo reputación de provocador, de muy agresivo, y me alegro, porque es la imagen que he querido dar. Pero tranquila: en este momento le está hablando el doctor Jekyll.

P. Viene del Festiclown de Palestina, de hacer espectáculos para los niños. ¿Aquello da para reírse?

R. Nos han visto más de 14.000 personas. La estrategia de Israel es humillar a los palestinos, hacerles la vida imposible y quitarles la alegría. Llegar y hacerles descojonarse de risa es superpolítico allí.

P. Bufón, cómico, payaso, activista, rompepelotas. ¿Qué le cuadra más?

R. Bufón, sin duda. Mi intención es decir las cosas claramente y hacer reír, intentando defender la libertad. No lo hago para molestar.

P. ¿Qué es lo que se toma más en serio?

R. Mi misión. Y representar 170 años de esa misión. Mis antepasados empezaron en 1840 en Florencia y de padres a hijos se ha mantenido la tradición hasta hoy. Para mí es muy serio no ser serio.

P. Un antepasado suyo luchó junto a Garibaldi y luego montó un circo. ¿Fue el auténtico padre de la Italia de hoy?

R. En Italia se juntan constantemente la tragedia, lo ridículo y lo bueno. Si mi bisabuelo dejó la lucha política para pasarse al circo fue por desilusión política. Y yo no estoy en Italia porque para bufón ya está Berlusconi.

P. Se inventó el Bassibus, que visita lo más cutre de las ciudades: corrupción, desastres urbanísticos... ¿No le persiguen los de Turismo?

R. Deberían aprender de mí, porque hay ahí un enorme mercado. En Brasil lo hice y gané en 2009 el premio teatral São Paulo. La gente se ríe mucho viendo los restaurantes caros donde se come mal, o donde viven los políticos corruptos, qué nivel de vida se permiten. Se me llenan los autobuses. Ahí hay un negocio.

P. Dice que Benedicto XVI le da miedo. Pero si le gusta la filosofía, como a usted.

R. En su último libro, Jesús de Nazaret, consigue arreglar los dos mil años de antisemitismo de la Iglesia Católica en menos de una página. Cuentan los evangelios que los judíos son culpables de matar a Jesús, porque pudieron salvarle en vez de a Barrabás. El Papa piensa en el asunto y dice: en la plaza de delante del Palacio de Pilatos no cabía todo el pueblo judío. Barrabás era muy listo, y tenía allí a todos sus partidarios. No cabían los de Jesús. La elección era previsible. Dos mil años machacándoles y el Papa lo resuelve porque en la plaza no cabía todo el pueblo judío.

P. ¿Usted a quién hubiera salvado, a Jesús o a Barrabás?

R. Pues no lo he pensado [ríe]. Yo hubiera hecho campaña para abolir la pena de muerte.

P. ¿Cuáles son los mayores agujeros que tiene su lógica?

R. Me está preguntando si tengo defectos. Sí los tengo, porque hasta ahora no he conseguido encontrarme uno.

P. Se ve usted estupendo.

R. Sí. Estupendo y de una inteligencia que me asusta a mí mismo.

P. Dice que hay perros con sentido del humor y otros con mala leche. ¿No se diferencian de las personas?

R. Todos somos mamíferos, y la idea de que los humanos tenemos algo diferente está muy sobrevalorada. He vivido en circos, y he conocido monos, que son superinteligentes, y elefantes, que también tienen su inteligencia.

P. ¿Ha hablado con algún elefante?

R. Con los ojos, sí, y los domadores lo hacen. Los ojos de los elefantes son muy expresivos.

P. ¿Y qué le contaba?

R. Cuando yo daba de comer a uno y el otro tenía celos, cruzamos los ojos y me dijo que yo era un hijo de puta.

P. ¿Qué fue de su partido político Hasta los Cojones (HC)? ¿Aspira a grupo parlamentario?

R. Creo que fundando ese partido me anticipé al 15-M, que tiene mucho de HC.

P. ¿A qué se debe su obsesión por los flotadores de pato?

R. El pato amarillo de la bañera es universal, une a todos los países. Por eso pensé en un pato hinchable de 50 metros de diámetro, y no me equivoqué. Cuando saco el pato la gente se vuelve loca, en China, en África, en Oslo, en Polonia. A Palestina no lo llevamos, porque eran 350 kilos de pato y ante las autoridades israelíes íbamos como turistas. Hubiera sido difícil de justificar.

P. ¿La crisis alcanza a los bufones?

R. No. Siempre hemos vivido sin trabajo fijo, sin leyes para mantener el empleo...

P. O sea que la reforma laboral se la bufa.

R. Sí, sí. Además, cuando hay una crisis, hacer reír, la risa es siempre algo muy necesario.

P. ¿Y da para vivir?

R. Muy bien. Y si uno no tiene grandes pretensiones, todavía mejor. Han pasado 170 años sin que mi familia haya puesto un ladrillo o arado un campo, y estamos todavía aquí. Hay dos maneras de sobrevivir: hacer cosas útiles o ser muy listo. Y ser muy listo es también una manera de difundir la inteligencia, porque si la gente quiere hacer lo mismo, no trabajar, tiene que ponerse a pensar cómo salir de la norma, cómo hacer reír. Y esto es el principio de un camino que llega a la Ilustración.

Leo Bassi, el pasado lunes en Madrid.
Leo Bassi, el pasado lunes en Madrid.BERNARDO PÉREZ

Perfil

Tiene 59 años y dos hijos que le tienen prohibido hablar de ellos, porque no quieren que se sepa que es su padre. Él cuenta que, cuando no hace payasadas, tiene dos aficiones: la astronomía, "mi antídoto contra las religiones", y hacer esculturas en su jardín de Mallorca, 300 metros cuadrados de creaciones de cemento y azulejo, "a lo Gaudí", dice sin despeinarse. Encuentra "un grandísimo placer" en pasar las noches con el telescopio.

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