Rossi, castigado en el garaje
El de Ducati será penalizado en la salida por superar el límite de seis motores por curso
Si hay una crítica que no se le puede hacer a Ducati es la falta de interés para que su número uno, el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi, vuelva pelear con los mejores. Para ello necesita una buena herramienta, que es lo que no tiene todavía. Pero la fábrica italiana se está dejando la piel y parte del presupuesto del año próximo -dado que el proyecto es ya el mismo salvo que con un motor que en 2012 será de 1000cc en lugar de los 800cc actuales- para dar con ella lo antes posible. Ocurre que con tanta pieza nueva, y tanta evolución, los resultados no son lo único que se resiente. La casa italiana no solo está haciendo una pretemporada en pleno Mundial, sino que ha dado por perdidos los dos motores que usó al principio del campeonato, pues no encajan en la nueva Desmosedici. En consecuencia, Rossi será penalizado hoy por superar el límite de motores por curso.
El motor de la máquina italiana está integrado en el chasis, forma parte de este; se trata de un concepto totalmente diferente al de las motos japonesas. Al rehacer por completo la Ducati, aquellos dos primeros motores no sirven. Y en un campeonato que limita el número de motores por año a seis, este es un problema añadido. Lo será hoy, cuando Rossi tenga que salir desde el pasillo de garajes para iniciar la prueba, castigado por usar el séptimo motor del curso, que necesitará para el calentamiento matutino. A las 14.00 horas, cuando empiece la carrera, con Stoner en la pole, el semáforo se pondrá en verde para Rossi 10 segundos después de que se dé la salida en la parrilla para el resto de pilotos.
De la moto con la que Rossi empezó la temporada ya no quedan ni las migas. A Assen, la séptima carrera del curso, los de Borgo Panigale llevaron la llamada Desmosedici GP11.1, una evolución de la original GP11. Era totalmente diferente a la primera. Pero, lamentablemente, daba los mismos problemas, o casi. Así que cambió, de nuevo, todo el concepto del tren delantero en Brno, cuatro carreras después. Pero como las modificaciones no parecían suficientes y se instauró la preocupación entre las paredes de la fábrica de Bolonia de que el problema podía ser su peculiar chasis de fibra de carbono, Rossi rueda este fin de semana con la enésima evolución de su máquina. Se trata de un chasis hecho con aluminio, el mismo material empleado por los japoneses. Aunque Ducati mantiene su concepto, cambia de material. Perdidos como están en la más pura oscuridad los giros son de 180 grados. Los resultados, sin embargo, no acompañan: Rossi había clasificado ayer 13º. Y los milagros en carrera se complican: salir desde el garaje no ayuda.
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