La dirección del parque nacional veta un concierto nocturno en las Cíes

Las navieras que llevan a los turistas a Cíes se enfrentaron este año con los primeros expedientes sancionadores por exceder el cupo máximo de visitas al archipiélago de la ría de Vigo. El límite de 2.200 visitantes diarios se superó ampliamente en varias ocasiones, y en los días de mayor afluencia llegó a doblarse, incluso después de que se iniciasen los trámites sancionadores. El verano de excesos iba a cerrarse hoy mismo con un concierto a las once de la noche en el bar de la playa de Rodas, con la presencia estelar de Manolo Tena y del bailarín Rafael Amargo, una actuación que finalmente ha sido vetada por los responsables del parque.

"En el parque nacional no se pueden celebrar conciertos", aseguran tajantes fuentes de la Consellería do Mar. El concierto, que se anunciaba gratuito, había surgido de entrada como una "audición" de poemas de Lorca en un ambiente "íntimo". "Se les fue de las manos", explican las mismas fuentes, que insisten en que nunca se concedió el permiso. El recital pasó a ser un concierto en el que además de Amargo y Tena participarían Manolo Guerra y la Banda de Nash. Se diseñó un cartel publicitario y al menos un blog de turismo dio cuenta de la cita "muy especial" que serviría como "pistoletazo para la próxima organización de eventos en el parque". La naviera Nabia llegó a ofrecer a los interesados dos servicios especiales desde Vigo, a las nueve y a las diez de la noche con regreso ya bien entrada la madrugada, a las 4.30 y las 6.30.

Una de las navieras llegó a ofrecer viajes por la noche para ir a la fiesta

Desde la consellería explican que tras el primer aviso, los organizadores enseguida aceptaron que no podrían celebrar el concierto, auspiciado, según Faro de Vigo, por el dueño de un pub de la ciudad. La organización trató entonces de trasladar la jarana a la isla de San Simón, pero esta opción también fue rechazada. Finalmente, el encuentro se celebrará en el propio Vigo. "La cancelación nos es totalmente ajena", explicaban en la naviera ayer. Añadieron que había sido "desautorizada" por los responsables del parque.

La presión de las navieras para llevar a turistas a Cíes durante julio y agosto se ha incrementado desde que el servicio se liberalizó hace dos años, en cumplimiento de una directiva europea. Las compañías de transporte de la ría admiten que las rutas al archipiélago son de las más rentables, mucho más que las maltrechas líneas regulares de transporte entre Vigo y Cangas que operan durante el año, aunque también con fuerte competencia. La Xunta avisa de que las sanciones por saltarse los cupos pueden alcanzar los 200.000 euros si se consideran graves, pero las navieras juegan con la ventaja de la lentitud del procedimiento administrativo. El parque prevé, además, reducir el cupo máximo de visitantes de 2.200 a 1.800 cuando entre en vigor su plan rector de usos, que la consellería quiere que entre en vigor en los próximos meses.