Un cursillo y de vuelta a Senegal
La crisis de las naves industriales ocupadas por senegaleses y otros subsaharianos sin papeles en el Poblenou, en la foto, se arregla devolviéndolos a sus países de origen con un diploma bajo el brazo. Así lo cree el Ayuntamiento de Barcelona, que ayer anunció desde el área de Calidad de Vida, en manos de Maite Fandos (CiU), la puesta en marcha de un programa piloto de retorno voluntario. Una vez en Senegal, una ONG les ayudaría a reinsertarse en su nueva vida, tras el cursillo municipal de cuatro meses. La decisión ha sido criticada por los vecinos y la oposición. Omar Diatta, el portavoz de la la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses, aseguró que nunca se les consultó la iniciativa, que conocieron por la prensa, a pesar de estar en contacto con los ocupantes de las naves.
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