Entrenamiento para un combate
El documental 'Esquivar y pegar' se impone en el festival Alcances
Diez días y casi 200 cintas después, a la muestra cinematográfica Alcances solo le queda ya proyectar sus títulos de crédito. Lo hará esta noche con una ceremonia de clausura en el Teatro Falla de Cádiz, en la que el cineasta Isaki Lacuesta, homenajeado en esta 43ª edición, compartirá protagonismo con los autores premiados.
Esquivar y pegar, de Adán Aliaga y Juanjo Giménez, se ha llevado la Caracola Alcances al mejor largometraje documental, dotado con 9.000 euros, el premio más cuantioso del festival. La cinta retrata la vida de un hombre que se entrena para un combate mientras compagina sus papeles de trabajador, empresario o padre. El jurado se ha decantado por otra historia personal, la de un taxista que viaja a Rumanía en busca de una mujer, para otorgar su mención especial: Objetivo Braila, de José Antonio Fernández Quirós.
El certamen rinde homenaje al director Isaki Lacuesta esta noche
En la categoría de mediometraje ha resultado ganador Los amores difíciles, de Lucina Gil, mientras que El torero de los Andes, de Ignasi Rodríguez, ha conseguido una mención especial. También ha conseguido premio el cortometraje Notas de lo efímero, de Chus Domínguez. En la misma sección, Animalismo, de Joanot Cortés y Mireia Fort, ha recibido una mención especial.
Entre los premios especiales que reparte el jurado destaca Ensayo de una revolución, premio al Mejor Documental Andaluz. Este trabajo de Pedro Sara y Antonio Labajo analiza los inicios del movimiento del 15-M en la ciudad de Cádiz. Del Poder, de Zaván, considerado Mejor Documental de Contenido Social; y Último capítulo: Goodbye Nicaragua, de Peter Torbiörnsson, premiado en la categoría de mejor sonido, cierran el palmarés oficial de Alcances. El público, por su parte, ha preferido el largometraje El Baobab de piedra, de Marco Potymkin, y el cortometraje Qué divertido, de Natalia Mateo.
Los premiados subirán esta noche a recoger su premio en una gala en la que Lacuesta repite aplauso, porque ya disfrutó de su momento en Alcances cuando en 2006 se llevó la Caracola por el largometraje La leyenda del tiempo. Ahora vuelve al Falla, dice, "cargado de responsabilidad" por recibir un homenaje. En estos años ha visto cómo el festival ha ido creciendo en relevancia desde que decidió especializarse en los documentales. Con todo, Lacuesta se niega a considerar que se trate de un género: "Sería como decir que la ficción es un género. Hay documentales que son dramas, documentales musicales, algunos que tienden más a la poesía... Eso es lo bueno, que nadie puede decir que no le gustan los documentales, aunque no le guste un tipo concreto", explica.
Para el cineasta, es precisamente esta variedad la que hace el documental más atractivo para espectadores y creadores, que pueden elegir "una forma de expresarse" sin demasiadas ataduras. Para el público, el atractivo está en la capacidad de sorprender que tienen estos trabajos.Lacuesta partirá inmediatamente después a San Sebastián. En su festival presenta Los pasos dobles, una cinta de ficción que compite en la Sección Oficial, y El cuaderno de barro, un documental en el que colabora con el artista Miquel Barceló. Dos películas en las que asegura haber trabajado de forma casi paralela.
Esta noche, para los seguidores de Lacuesta, habrá una nueva oportunidad de disfrutar de su obra porque en el Falla se proyectará La noche que no acaba, sobre las experiencias en España de Ava Gardner. Y para cerrar el programa y definitivamente el telón, otra actriz, la sevillana Verónica Sánchez, recibirá en el mismo acto el premio de la Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía.
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