Indulto para el cura condenado por pasar drogas a un preso

Andreu Oliveras, el cura de la cárcel Modelo condenado por pasar droga a un preso, no tendrá que ingresar en prisión. El Gobierno central le ha concedido el indulto parcial y ha dejado su condena en seis meses de cárcel, por lo que eludirá la prisión. El Consejo de Ministros aprobó el indulto el pasado viernes, después de una campaña de recogida de firmas en favor del párroco, que desde 2006 se ha visto envuelto en una odisea judicial.

El 2 de marzo de ese año, Oliveras introdujo un estuche de CD desde el exterior de la cárcel Modelo y lo entregó a uno de los presos, Benjamín Capitán, porque se lo había pedido la mujer de este. Dentro de ese paquete había 50 gramos de hachís y 8 de cocaína. Una serie de errores en la custodia de la sustancia llevó a la Audiencia de Barcelona a absolver al cura y al reo, ya que "la poco diligente actuación del centro penitenciario, preñada de omisiones y dejaciones, no permite considerar probada, más allá de toda duda razonable, que se ha salvaguardado la cadena de custodia de las sustancias", según la sentencia.

Más de 1.000 personas pidieron la medida de gracia al ministro de Justicia

Pero la fiscalía, que pedía 10 años de prisión para el cura, recurrió la sentencia y la Audiencia de Barcelona tuvo que dictar una nueva sentencia por una serie de cuestiones jurídicas que no se habían tenido en cuenta. El tribunal acabó condenando a Oliveras a una pena de tres años y medio de cárcel.

En el juicio, el cura admitió que había infringido la normativa penitenciaria, ya que introdujo el paquete a sabiendas de que lo tenía prohibido por una sanción. "Lo hice por un auxilio material o espiritual paliativo del dolor", declaró Oliveras, que también entregaba tabaco, tarjetas de teléfono y pilas a los presos. El párroco negó el tráfico de drogas y aseguró que su trayectoria ha estado marcada por la ayuda a los presos para dejar la droga. "Si hubiera tenido cualquier sospecha, no lo habría hecho", precisó.

El ingreso en prisión de Oliveras no se había hecho efectivo porque el tribunal decidió esperar, como sucede otras veces, a la resolución de la petición de indulto. La medida de gracia se ha concedido después de que el Ministerio de Justicia recibiera más de un millar de peticiones en ese sentido, entre ellas la del cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.