Secuestrados cinco marineros españoles en el golfo de Guinea
Viajaban a bordo de un barco de bandera chipriota
Cinco marineros españoles, parte de la tripulación de 23 hombres de un buque de transporte de mercancías con bandera chipriota, fueron secuestrados ayer en el Golfo de Guinea, frente a Togo, según confirmaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. El armador del barco no es español.
Al estar fuera del marco de la Operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, y al tener el barco bandera extranjera, será el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no el de Defensa quien se encargue del asunto.
"Estamos seguros de que el ataque se produjo a 120 kilómetros al Oeste de Cotonú", declaró a Efe el jefe del Estado Mayor de la Marina de Benin, Maxime Ahoyo, quien subrayó que con los medios a su alcance, la Armada beninesa no fue capaz de intervenir para evitar el secuestro.
Los actos de piratería han aumentado notablemente en los últimos meses en el Golfo de Guinea, lo que llevó a EE UU y Francia a desplegar barcos de guerra en la zona para hacer frente a la amenaza.
Hasta ahora, los secuestros de marineros españoles se habían producido en el Índico, donde faenan una docena de atuneros, principalmente vascos. En abril de 2008 fueron secuestrados durante una semana los 26 tripulantes del Playa de Bakio, 13 de ellos españoles (ocho vascos y cinco gallegos) en las costas de Somalia.
El 2 de octubre de 2009, los piratas capturaron a los 36 tripulantes del atunero vasco Alakrana con 15 españoles a bordo. El cautiverio se prolongó durante 47 angustiosos días y militares españoles capturaron a dos de los secuestradores, cuyo juicio se celebró en febrero en la Audiencia Nacional.
Finalmente, el 28 de diciembre del año pasado, los piratas se hicieron con el Vega V, un pesquero con 24 tripulantes a bordo, dos de ellos gallegos. El buque, propiedad de Pescanova, fue liberado en marzo por un barco de la marina india, pero los secuestradores lograron llevarse a los dos españoles a tierra. No fueron liberados hasta dos meses después.
La vigilancia privada a bordo de los atuneros así como el despliegue aeronaval de la Operación Atalanta de la Unión Europea ha reducido el número de ataques que acaba en secuestro. Las autoridades de Seychelles dieron luz verde recientemente a que los atuneros con base en el archipiélago pudieran embarcar, además, ametralladoras pesadas de calibre 12,70 para hacer frente a los ataques piratas. Hasta ahora solo se les permitía utilizar fusiles automáticos de calibre 7,62.
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