La debilidad económica de Europa castiga al euro

Mala racha para el euro. La moneda única se enfrenta a unas semanas difíciles después de que la reunión del G-7 se cerrara sin avances que permitan pensar en medidas para reactivar la economía de la Unión Europea. La falta de certezas sobre la resolución de la crisis de Grecia, con el fantasma de una quita sobre su deuda, y las divergencias internas en el BCE castigan el tipo de cambio de la moneda única frente al dólar. En el mejor de los casos, los especialistas más cautos auguran jornadas de volatilidad sobre el euro hasta que se despejen las dudas sobre la recesión y la crisis soberana de los países periféricos.

Si continúa la tendencia marcada la semana pasada, las empresas exportadoras estarán de enhorabuena. El cambio del euro con el dólar cayó el viernes pasado a su menor nivel en seis meses, hasta 1,356 dólares. Fue la mayor caída semanal desde mediados de agosto de 2010, con muchos inversores intentando colocar a la divisa de la UE en 1,350 dólares. Según José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, el siguiente soporte técnico será el 1,33 dólares. La escala podría continuar en 1,29 para continuar en 1,25, según esta firma. "La tendencia de fondo con la divisa europea es bajista. Los datos macroeconómicos apuntan claramente en esa línea, incluyendo la situación de Alemania. Si hubiera una quita en Grecia se agudizaría más la depreciación porque eso siempre indica más debilidad para el Viejo Continente", señala Díez.

El dólar y el yen se están convirtiendo en monedas refugio para los inversores

Otros expertos coinciden. "Creo que el euro podría caer hasta 1,35 dólares en los próximos días, desde el 1,40 que ha tenido hace poco", dijo Michael Derks, estratega jefe de la firma FxPro.

El euro también cayó con fuerza contra el yen el viernes, hasta los niveles más bajos en casi una década. Terminó la semana pasada en 105,8 yenes por euro. Los analistas consultados por Reuters creen que podría caer hasta los 100 yenes en los próximos días.

El dólar, el yen y, en menor medida, el franco suizo, se configuran como monedas refugio para buena parte de los inversores. Una prueba de la debilidad del euro se vio cuando Suiza intervino en los mercados para frenar la apreciación del franco. Toda la corriente de dinero que generó esa decisión se fue al dólar y nada al euro, recuerdan los expertos. Algunos no descartan una intervención de las autoridades de Tokio para frenar revalorizaciones de su divisa, en línea con lo que hizo hace semanas.

El premio Nobel de Economía Paul Krugman aseguró ayer en el New York Times que los datos económicos no justifican la mejor percepción que existe sobre la economía británica frente a la española. En su opinión, lo único que puede hacer que se vea mejor a Londres es que el Reino Unido no está en el euro y que en España podría haber una salida de depósitos ante una eventual intervención.