La batalla de la NBA

El vestíbulo del lujoso hotel Le Méridien, a 20 kilómetros de Vilna, parecía ayer por la mañana una pasarela de los mejores jugadores de Europa. Por la sala se cruzaban las figuras de muchas selecciones como si aquello fuera una convención de líderes mundiales. En el centro se formó un curioso triángulo. Rudy entró en la conversación entre Nowitzki, su próximo compañero en Dallas, y Turkoglu. Era un bajito entre las torres alemana y turca.

Los cuartos de final están a la vuelta de la esquina y la tensión aumenta. España tiene la calculadora en la mano. Hoy (17.00, La Sexta) se enfrenta a la invicta Francia. La que gane será la primera de su grupo. Las cábalas se disparan sobre la conveniencia de alcanzar el liderazgo o mantener la segunda posición con vistas a los cruces. "Pero no quiero cálculos", avisa Scariolo, "sino ganar". Francia es más que nunca un hueso duro. A su tradicional fuerza atlética une la mejor versión de Parker, la exuberancia de Noah y un quinteto inicial con cuatro jugadores de la NBA: además de Parker (San Antonio) y el pívot Noah (Chicago), se alinean el alero Batum (Portland) y el ala-pívot Diaw (Charlotte) mientras el pívot Seraphin (Washington)aguarda en el banquillo. Una tarjeta de presentación similar a la de España, con también cuatro nba de salida (Calderón, Rudy, Pau y Marc) y otros dos en la reserva (Ibaka y Ricky). Son 11 en total los chicos de la Liga norteamericana en este duelo cumbre en Europa.

Francia es músculo y fuerza. Parker vive en estado de gracia con 22,1 puntos de media por partido (mejor que el líder español, Pau, con 22) y 4,7 asistencias (mejor que Navarro, con 3,7), marca el ritmo y está en todas. "Está pletórico", dice Scariolo, que planea una estrategia para frenarle como ya hiciera con el serbio Teodosic. "Tiene mucho protagonismo, lanza el contraataque, juega rápido a campo abierto y es peligroso con la defensa colocada y el bloqueo directo. Hay que tener cuidado con el ritmo del partido. Francia te fuerza a cometer errores y nos podemos ver en un bosque y no saber salir. Juegan con mucha energía". Reyes también augura "un partido con mucho desgaste físico".

España y Francia llegan al envite con números y sensaciones parecidas. La selección francesa tiene ventaja en el acierto en el tiro, sobre todo en los triples, y la española saca mejor nota en los rebotes y las asistencias. Si en Francia el peso lo lleva Parker, en España el centro de gravedad está en los hermanos Gasol. La comunión entre Pau y Marc, dos cincos, funciona. "Su capacidad de pase y su conocimiento del juego ayuda a complementarlos. Pau es un fenómeno y ya esperábamos su polivalencia. Pero me gusta destacar el papel de Marc porque es el plus; no de masa, no de tamaño, sino de movilidad de la pelota, de ver el juego. Es como un base adjunto en el poste alto. Ha ganado confianza y, defensivamente, está fantástico", comenta el seleccionador.

Según Scariolo, Francia puede optar por un planteamiento "grande", con Traoré o Seraphin junto a Noah, u otro más "agresivo y dinámico", con Diaw de cuatro para sacar al perímetro a los Gasol. En cualquier caso, una batalla NBA.