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Reportaje:

Blanquear con mucho arte

Roca rebaja sus millonarias inversiones en decoración, pinturas y relojes de lujo para atenuar una posible multa

Juana Viúdez

Astuto hombre de negocios, jugador empedernido, padre y esposo ejemplar, amante del arte... Cada uno de los bloques del juicio por el caso Malaya contra la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella (Málaga) indaga en alguna de las facetas vitales de su máximo implicado, el exasesor de urbanismo marbellí Juan Antonio Roca.

Tras el parón veraniego, el tribunal ha retomado el juicio con uno de los aspectos del caso que más interés despierta: sus gastos millonarios en obras de arte y una asombrosa suerte que le hizo ganar cinco premios de lotería en apenas seis meses.

Los jueces estudian si el supuesto cerebro de la trama corrupta marbellí utilizó estos canales para blanquear dinero de comisiones urbanísticas. Juan Antonio Roca, harto de que la única versión que se maneje sea la de la Policía y el fiscal, ha ofrecido una visión de los hechos y de sí mismo con la que pretende librarse o reducir al máximo una posible condena.

El máximo acusado del 'caso Malaya' dice que frecuentó el café Gijón
El exasesor admite que compró boletos premiados y exculpa a su familia

El exasesor de Urbanismo se ha presentado como un "gran amante del arte desde siempre". "Tenía pinturas de autores con los que podía coincidir en Madrid, en el Café Gijón, en mi época de estudiante, y tengo cuadros que se remontan a esa época", afirmó al tribunal. Después precisó que las "inversiones fuertes" las hizo después, cuando tuvo casas en propiedad. Según su testimonio, no compraba obras para revenderlas, sino para admirarlas, y por eso la Policía encontró todas las piezas "colgadas de la pared".

Jean Fournets, uno de sus principales proveedores y también implicado por blanqueo, le alaba el gusto y el olfato: "Lleva el arte en sus venas (...) Una de las obras que me compró por 300.000 euros ha sido vendida con autorización del tribunal por 770.000".

La vena artística de Roca no ha impedido que el exasesor marbellí trate de poner los números y el Código Penal a su favor. Su abogada, Rocío Amigo, defiende que gastó casi 10 millones y no 26 millones, como calcula la Policía, en arte, decoración y relojes. El desfase lo ha justificado asegurando que falseó el seguro de parte de sus obras para estar cubierto en caso de robo y en el hecho de que algunas piezas que aparecen en sus listados informáticos no fueron adquiridas sino que únicamente "mostró interés" por ellas.

Una vez rebajada la cuenta del supuesto blanqueo a 10 millones, la abogada de Roca mantiene que la mitad de ese dinero se gastó antes de mayo de 1996. Esa fecha es muy importante porque hasta ese momento el delito de blanqueo solo estaba tipificado para el dinero obtenido del narcotráfico, por lo que no debería de entrar en el juicio.

Con respecto a los cinco millones de euros restantes, defienden que no pudieron ser utilizados para blanquear porque "no había intención de revender lo adquirido".

En esos cinco millones de la cuenta final se incluye un millón de euros gastados en relojes de lujo que el supuesto cerebro de la trama corrupta regalaba cada Navidad a clientes, empleados o subordinados, dos millones de euros utilizados en decorar sus inmuebles, y otros tantos que destinó a arte.

Si el tribunal admite como buenas estas cifras, se enfrentarían a multas por blanqueo considerablemente menores. El máximo que pueden alcanzar estas sanciones es del triple de la cantidad lavada, por lo que la multa pasaría de 78 millones a 15 millones.

La otra pata del bloque, su asombrosa suerte con los juegos de azar, la ha zanjado reconociendo que compró los billetes premiados. En un principio, declaró al juez Miguel Ángel Torres, primer instructor del caso, que le habían tocado "unos 80 premios importantes" de lotería, la Bono Loto o el cupón de la ONCE en toda su vida. En el juicio ha cambiado de estrategia.

Los investigadores calcularon la probabilidad de que una persona sea agraciada tantas veces con estos premios: una entre 43 cuatrillones y consiguieron grabar una conversación telefónica en la que su cuñado, Antonio Jimeno, le ofrece comprar un boleto premiado con 180.000 euros.

Roca defiende que compró estos premios para evitar pagar los impuestos de 646.000 euros. Sobre el origen del dinero no ha hablado mucho. Según su relato, 189.000 euros procedían de un dinero en B que cobró por la venta de una casa de su mujer. Del resto, solo ha dicho que era "suyo" y que lo tenía "en caja" en su vivienda. Tras cargar con la culpa pasó a la faceta de hombre de familia."Ni mi esposa ni mi hija ni mi cuñado sabían nada", dijo. Los tres también han terminado en el banquillo por los negocios de Roca.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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