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Columna
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Me hago cruces

Desde hace unos días, los concejales del Ayuntamiento de Valencia andan a la greña con la Senyera. Se avecina el 9 d'Octubre... Fue Joan Calabuig, del Partit Socialista del País Valencià, quien dijo algo desmedido. Propuso, nada menos, que en el futuro se pudiera portar la Senyera sin entrar en la Catedral. ¿Quién puede llevarla? ¿A quién debe ceder el pendón si no desea ingresar en recinto sagrado? Pienso en ello y me hago cruces sobre la propuesta. ¿Acaso es una audacia atea?

Según el Partido Popular de esta localidad, quien lleva la bandera acaba en la Seo, rediós. Por fuerza o a la fuerza. Rita Barberá ha sido incluso más dogmática. Se ha expresado contundentemente: a qué andarse con chiquitas, claro. Leo sus declaraciones en Levante: "La tradición no viene de ahora, viene de hace 500 años". Sí, es ésta una venerable tradición por la que el poder civil rinde homenaje al poder clerical. Y punto.

"La primera vez que la Senyera entró en el templo", añade Barberá, "fue para convertir lo que era una mezquita en nuestra Catedral. Ésta es la tradición". Y lo demás son sandeces, podría concluirse.

La verdad es que, cuando lo pienso, siento alivio. Por lo que parece, del Islam sólo nos viene el fanatismo: los minaretes atentan contra el orden arquitectónico. Eso mismo apostillan en Barcelona los cofrades de CiU. ¿Llevamos tropecientos años con campanarios? Pues volteo general de campanas. ¿O es que acaso no se ganó una guerra de religión?

"Es verdad", admite Barberá, "que cuando gobernó el PSPV se cargó la tradición y decidió no hacerlo. Y cuando nosotros entramos en el Gobierno decidimos volver a la Catedral. Si ahora quieren entrar o quedarse en la puerta, pues que hagan lo que quieran".

Me los imagino en el quicio del templo. ¿Cuándo se ha visto a un feligrés quedarse a las puertas? Ah -contestará el ateo-, es que no todos son creyentes. Respuesta de la alcaldesa: "Este Gobierno va a seguir con la tradición. Y cuando ellos nos ganen y gobiernen la ciudad de Valencia, pues que la vuelvan a quitar, si quieren. Por tanto, seguirá igual. Nombraré a quien quiera entrar en la Catedral. Porque la tradición es que no se cambie el portavoz durante la procesión". Punto.

Leo y releo esas declaraciones y me hago cruces nuevamente. A la vez me pregunto de qué discuten los munícipes de la localidad. Me pregunto también por qué en las pasadas Fallas Jorge Alarte, Salvador Broseta y Mònica Oltra, entre otros, acudieron solícitos a la Ofrenda a la Virgen. Pues porque la Geperudeta obra prodigios, dirá la mayoría.

La procesión cívica del 9 d'Octubre no es una efeméride mariana, pero es una festividad católica: pues que acabe en la Catedral, ondia. ¿Y los que no son creyentes? Pues que se vayan al Infierno y Santas Pascuas.

http://justoserna.wordpress.com

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