Valencia cerró por vacaciones

El Ayuntamiento de Valencia bien podría haber colgado este verano el cartel de "cerrado por vacaciones" como si de un comercio se tratase. El Consistorio que rige la tercera capital de España ha permanecido todo el mes de agosto sin pulso, indiferente a la resaca provocada por el adelanto de las elecciones generales, a las quejas de los vecinos sobre el exceso de suciedad en calles y solares o a la subida en más del 200% de la tasa de basuras metropolitana. Nada importunó el paréntesis vacacional tras un curso político que Barberá ha definido a su vuelta de vacaciones de "muy intenso".

A la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que este año celebra 20 años en el cargo, no se le ha escuchado ni una declaración en agosto. Se despidió del Ayuntamiento con el pleno del pasado 29 de julio y, desde entonces, ha permanecido ausente del debate político en un mes especialmente agitado por el desplome de la deuda española, la sorpresiva reforma de la Constitución o la visita del Papa Benedicto XVI. Un verano en el que el recién elegido presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y casi todo su gobierno, han suspendido sus vacaciones.

Barberá ha estado al margen del debate estival en defensa del corredor

La oposición critica que desapareciera cuando subió la tasa de basuras

De Barberá ha trascendido que ha enviado desde la red social Twitter un mensaje deseando la pronta recuperación del vicealcalde de Madrid, Alfonso Cobo, ingresado tras un accidente de tráfico grave a finales del mes pasado, o lo que ella misma contó el pasado viernes, 2 de septiembre, a la vuelta de vacaciones: que recibió un sms del dueño de Ferrari anunciándole que visitaba Valencia en su yate y tuvo con él un breve encuentro de cortesía, explicó ella misma.

Poco que ver con las agendas de otros alcaldes españoles el pasado mes. Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, ha tenido un agosto movido con la reunión de la Jornada Mundial de la Juventud católica y la visita del Papa. Y no solo eso. Ruiz Gallardón se ha entrevistado con empresarios y comerciantes de Madrid, se ha dejado ver en algún acto del PP junto al presidente nacional Mariano Rajoy o se ha pronunciado en entrevistas sobre la reforma de la Carta Magna.

Otro regidor, el de Barcelona, Xavier Trias, de CiU, también se ha dejado ver en agosto para defender el corredor mediterráneo, para opinar sobre el techo de gasto o la supresión de las diputaciones.

Joan Calabuig, portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento, destaca dos ausencias decisivas de Barberá. La subida de la tasa metropolitana de basuras más del 200%, que le tocó justificar de urgencia un sábado al concejal de Valencia Ramón Isidro a la vista de las protestas de la oposición. También "el intento", añade Calabuig, de cuatro presidentes autonómicos del PP, entre ellos María Dolores de Cospedal, de debilitar la candidatura del corredor mediterráneo ante la UE. De hecho, ha sido el Ayuntamiento de Castellón y no el de Valencia el que ha liderado un encuentro al que acudirán doce capitales españolas atravesadas por el corredor y que se celebrará el próximo miércoles. "La alcaldesa no ha salido a decir ni mu a pesar de que son dos hechos graves", apostilló Calabuig.

Y si la primera autoridad local de Valencia ha congelado su actividad en agosto, los alcaldes accidentales de turno que se han quedado al frente del Consistorio tampoco se han distinguido por una agenda frenética. Del Consistorio valenciano solo han salido convocatorias de actos y notas de prensa sobre la limpieza de imbornales y visitas del alcalde accidental a fiestas y procesiones. El concejal de Devesa-Albufera y Pedanías, Vicente Aleixandre, se ha llevado la palma. La procesión en honor al Cristo de la Salud de El Palmar, la conmemoración del patrón de Benimàmet San Francisco de Paula, las fiestas de El Saler, la Festa Grossa de Pinedo o las fiestas patronales de Carpesa. Esa ha sido toda su agenda.

"Se nota que la actividad es menor que otros años. Incluso el número de resoluciones ha caído. Supongo que también tiene algo que ver la escasez presupuestaria, que no da para más", opina un asesor municipal.