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Reportaje:

'Sokatira' a falta de olas

La ausencia de viento impide que el San Miguel Pro Zarautz dispute las eliminatorias previstas - 144 surfistas participan en la prueba

Es obvio que hacen falta olas para que se pueda celebrar un campeonato de surf. Pueden fallar muchas cosas, pero sin movimiento en el agua poco se puede hacer. Qué hacer entonces con 144 riders si al mar le da al levantarse por adoptar la morfología de una bañera por la falta de viento. Zarautz acoge hasta el domingo el campeonato San Miguel Pro, pero, de momento, no se ha podido disputar ninguna de las eliminatorias previstas. La organización espera que el tiempo mejore para hoy y mañana y para matar las horas propuso ayer a los surfistas participar en una prueba de sokatira.

De un lado, deportistas vascos, entre ellos, Hodei Collazo, Indar Unanue y Txaber Trojaola; del otro, extranjeros como Nick Von Rupp, Yassine Ramdani o David Vlug, y en juego 500 euros. "Como estoy en casa, aprovecho para ver a mi gente. Pero si esto te pilla fuera pues aprovechas para visitar el lugar, conocer, probar la comida típica, turisteo", explicaba ayer al sol del mediodía Unanue, mientras bajo una de las carpas que la organización ha levantado en la playa de Zarautz otros surfistas se entretenían jugado al futbolín.

La organización entretiene a los deportistas con diversas propuestas
Hosteleros y comercios se benefician de la fiebre por el deporte

La competición pura y dura, reservada normalmente a las mañanas, se entremezcla con otras propuestas: conciertos -hoy actuará Delafé y las Flores Azules y mañana, Sweet Vandals-, barbacoas, paellas y proyecciones cuando el Sol se oculta. "El ambiente es muy bueno, fíjate, no hay campeonato pero en la playa hay mogollón de gente. El ambiente es muy surfero, en este pueblo se practica mucho, hay mucha afición y es lo que hace que el campeonato sea realmente grande", añade Unanue.

Hay hueco para todo, incluso para la solidaridad. La fotógrafa Laura 10M, que trabaja como voluntaria con la ONG Desarrollo Compatible, buscaba la complicidad de los surfistas, "sacarles su lado humanitario". La asociación con la que colabora recauda estos días a través de la venta de papeletas -el premio, cinco clases de surf y una tabla- o donaciones, dinero para la construcción de un centro educativo en Hu'u, una localidad de la isla de Sumbawa (Indonesia), paraíso de los surferos.

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El surf supone para Zarautz uno de sus principales motores turísticos -"aunque no el único", puntualizan fuentes municipales-. La pasión por el deporte ha hecho, entre otras cosas, que la ocupación hotelera sea del 100% durante esta semana. "Están llenos todos los hoteles, hostales, pensiones, campings, casas rurales, todo", señaló el consistorio.

La oleada de surfistas también deja huella, por ejemplo, en las tiendas especializadas en ese deporte. "A día de hoy resulta imposible encontrar aquí una malibú, las tablas con las que la gente aprende", explicaba Daniel Giménez, instalado bajo un chiringuito de la marca Moor en el paseo marítimo, con un puñado de ofertas con las que tentar a los curiosos.

Un momento de la disputa de la prueba de <b><i>sokatira</b></i> entre surfistas ayer en Zarautz.
Un momento de la disputa de la prueba de sokatira entre surfistas ayer en Zarautz.JAVIER HERNÁNDEZ

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